Fernández de Sousa-Faro recogió el Ponfegallego de Oro del Centro Galicia de Ponferrada
El presidente de Pescanova niega que la pesca esté en peligro de extinción
El empresario asegura que las capturas se mantienen estables desde hace 15 años
Fernández (segundo izda.) Carrasco y Riesco, recibieron al empresario
El presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa-Faro, recogió anoche el premio Ponfegallego de Oro que el Centro Galicia de Ponferrada ha concedido a su empresa convencido de que el sector pesquero tiene futuro, a pesar de las voces que alertan del agotamiento de los caladeros. «Los recursos pesqueros no están en peligro de extinción», afirmó antes de recalcar que la pesca salvaje ha mantenido en los últimos 15 años un nivel de capturas de 94 millones de toneladas. De Sousa-Faro, que visitó la sede del Centro Galicia acompañado del alcalde, Carlos López Riesco, de la presidenta de la Diputación, Isabel Carrasco, y con el presidente de la asociación, Eloy Fernández, ejerciendo de anfitrión, antes de participar en la multitudinaria cena en el restaurante Los Rosales de Almázcara. El empresario aseguró que recogía en galardón en nombre de todos los hombres que han hecho posible que Pescanova esté presente en la mayoría de los países costeros de América y África, muy por delante de otros países pesqueros como Japón, que no han conseguido la misma penetración en los mercados. El mérito, aseguró, corresponde a todos los españoles y gallegos «que trabajan en todos los océanos del planeta». Y es que precisamente el espíritu de comunidad que mantienen los gallegos fuera de Galicia, es la base del éxito de Pescanova, según su presidente. «Es posible por su capital humano», aseguró. Pescanova da empleo directamente a cinco mil personas en sus factorías, y De Sousa-Faro se mostró orgulloso de que la capacidad de los gallegos para asimilar nuevas culturas haya situado a su empresa por encima de las competidoras asiáticas, de gran tradición pesquera. El futuro del sector no está en peligro, afirmó el presidente de Pescanova, porque el control biológico de las especies ha mejorado y además de que el número de capturas se mantenga estable, el consumo del pescado, bien por pesca salvaje o por producción acuícola, está creciendo el doble que la población mundial, lo que garantiza un mercado. El empresario gallego no tiene planes para invertir en el Bierzo, donde mantiene una participación en la bodega Pittacum a través de Terras Gauda.