Equipos multidisciplinares elaborarán el estudio de actuación y un jurado adjudicará la obra
La restauración de la central de la MSP de Ponferrada comenzará a final de año
Las catas indican que el edificio no está muy deteriorado y en 5 meses tendrán hecho el proyecto
La vieja central térmica, construida en 1920 por la MSP en Ponferrada, y que dejó de funcionar y quemar el carbón berciano para producir energía eléctrica un 23 de enero de 1971, volverá a renacer de sus cenizas a finales de este año. En todo este conjunto de arqueología industrial situado en la ciudad junto al nuevo puente del Centenario, las obras de restauración del primer edificio y demás ampliaciones, -llevadas a cabo en 1930 y 1945-, echarán a andar cuando esté terminado el proyecto de actuación, en el que se emplearán cinco meses. Estas previsiones fueron adelantadas ayer por la responsable del proyecto del Museo Nacional de la Energía, Esther Aparicio, y el director general de la Fundación Ciudad de la Energía, José Ángel Azuara, en una visita por el interior y exterior de las instalaciones. En la actualidad, la abandonada central térmica de Ponferrada, -que en febrero de 2007 fue donada por el empresario Victorino Alonso a la Fundación Ciudad de la Energía para que forme parte de la sección del carbón del Museo Nacional de la Energía-, es objeto de un estudio de las estructuras de todos los edificios para conocer su estado. También se ha hecho estudio topográfico y geotécnico, y según Esther Aparicio, los primeros resultados indican que los inmuebles se han conservado bien y no están tan deteriorados como se pensaba. Para el concurso básico de rehabilitación se han inscrito trece empresas con el objeto de restaurar el edificio, la maquinaria y el entorno de la vieja central para su uso museístico. Como novedad en el sistema de trabajo, desde la Fundación se indica que los equipos serán multidisciplinares y trabajarán de forma conjunta, aún cuando sean empresas diferentes. De esta forma, intervendrán a la vez para crear el proyecto integral de rehabilitación arquitectónica, de la maquinaria (calderas, turbinas y centro de control que hay en el interior), y de su integración en el entorno del río Sil. Un jurado fallará el concurso de adjudicación.