Un bosque de cien encinas para no olvidar el centenario

La encina, árbol símbolo de justicia y fuerza, no sólo comparte nombre con la patrona del Bierzo que cumple ahora cien años de su coronación sino que desde ayer se perpetuará como símbolo y testimonio de este centenario en el parque del Oeste de Ponferrada. Un bosque formado por cien encinas recordará en este rincón de la capital berciana el siglo de vida de Ponferrada como ciudad, ya que su historia acumula muchos más. Y han sido los niños de los colegios Virgen de la Encina y Flores del Sil los encargados de plantar ayer estos emblemáticos árboles en una actividad promovida conjuntamente por las concejalías de Medio Ambiente y Cultura. Decenas de niños armados con sachos y cubos agujerearon buena parte de la colina del parque, cerca de la Torre de la Rosaleda, donde cuidadosamente y supervisados por profesores y jardineros fueron plantando las pequeñas encinas que, como ellos, crecerán. «Cuando sea mayor y los árboles sean también grandes podré presumir de que los he plantado yo», decía uno de los pequeños. El alcalde de Ponferrada, Carlos López Riesco, acompañado de las concejales de Medio Ambiente, Encina Pardo, y de Cultura, Susana Téllez, supervisaron la plantación realizada por los escolares. Riesco destacó que esta actividad, una de los muchas organizadas para este año con motivo de esta conmemoración, «no están plantando un árbol cualquiera ni un bosque cualquiera sino que es la creación del pequeño bosque del centenario que quedará para siempre para recordar está importante celebración en esta esquina del parque de La Rosaleda». En su opinión, es muy importante que los niños sepan desde pequeños que viven en una Ponferrada que cumple cien años como ciudad, título que otorgó en 1908 el rey Alfonso XIII. Estas encinas, ahora pequeños sardones de tronco milimétrico, algún día serán centenarias y entonces la ciudad tendrá al menos 200 años.