Toreno concede el Premio a la Mujer a una anciana de 98 años que trabajó en la mina tras enviudar

Tiene 98 años, es viuda desde los 34 y ha llegado a trabajar en la mina, en la labranza y con el ganado para sacar adelante a una familia que incluía a una madre ciega y a una hija discapacitada. Se llama Marcelina Alonso Díaz, todavía disfruta cantando y tocando la pandereta como en su juventud y el pasado viernes fue reconocida por el Ayuntamiento de Toreno con el cuarto Premio a la Mujer. La fortaleza y la capacidad de lucha de Marcelina, natural de Librán, le han hecho merecedora del premio después de sacar a su familia adelante sin ayuda tras enviudar, soportar la pérdida de dos de sus hijos y tener que cuidar a su madre ciega y a su hija discapacitada, Práxedes, a la que llevaba cargada en sus hombros para ir a la iglesia o ayudarla a desenvolverse en la vida. Marcelina no dudo en trabajar en la mina, labor que compaginó con sus labores con la labranza y la cría de animales que vendía para matanzas y para abastecer a su familia.