Los hosteleros llevarán al PP a la Fiscalía por el negocio de la cueva de Orellán

El presidente de la Asociación de Emprendedores de Turismo Rural de Las Médulas, Miguel Ángel Casado, que también preside la Asociación de Empresarios de Turismo Rural del Bierzo, adelantó ayer a este diario que presentarán una denuncia ante la Fiscalía de Ponferrada para que investigue lo que califica como «chiringuito económico creado en la cueva de Orellán», perteneciente al conjunto arqueológico Patrimonio de la Humanidad, en el municipio de Borrenes. En este sentido, Casado dijo que, una vez que termine la huelga que se registra en la Justicia, denunciarán al equipo de gobierno municipal del PP en Borrenes, con su alcalde a la cabeza, Eduardo Prada, por adjudicar la explotación turística de un bien público a una empresa privada, que a su vez está vinculada al segundo teniente de alcalde de Borrenes, José Ángel Rodríguez Voces, y que es atendida por su hijo y la esposa de éste. El representante hostelero asegura estar «indignado» porque los empresarios del sector de Las Médulas son los que han arriesgado con sus inversiones, y la forma de llevar la gestión de las visitas a Las Médulas, con los cobros a los turistas de las mismas, «en nada está repercutiendo a las administraciones públicas». Según los cálculos de Miguel Ángel Casado, un turista que visita Las Médulas y pasa por la cueva de Orellán tendrá que gastarse unos seis euros incluyendo también la visita al aula arqueológica que gestiona el IEB y al aula de interpretación que lleva el Consejo Comarcal. «Aquí todo el mundo viene a hacerse la foto y al final las administraciones no se gastan un duro, pero lo más sangrante es que el Ayuntamiento de Borrenes adjudique a una empresa privada, a Recursos Turísticos de Orellán, que tiene su sede en Toral de los Vados y que en las entradas pone hasta el nombre de un restaurante de allí, las visitas para la cueva de Orellán; es como privatizar el Museo del Bierzo», expresa Casado. Además, indica que cobran 1,5 euros a los turistas «por ponerles un casco, llevarlos al fondo del mirador, sin explicarles nada, al no tener guía».