La Rosaleda honra por tercer año al Buen Pastor sin iglesia
A la espera de poder disponer de una iglesia, la parroquia de La Rosaleda honró ayer por tercer año consecutivo a su patrón, el Buen Pastor, al aire libre y con la asitencia de más de un centenar de feligreses. El bulevar Juan Carlos I volvió a ser el escenario de la homilía presidida por el párroco Máximo Álvarez, quien anunció que en los próximos días podrían comenzar las obras de la nueva iglesia. «En unos días empezarán las obras y, hay que ser realistas el año que viene no estarán terminadas», apuntó Álvarez, quien si espera que la celebración pueda hacerse ya «a la sombra» del nuevo templo. La misa sirve, destacó el párroco, para los feligreses del barrio se conozcan y sirva de punto de encuentro. «Estamos como unos novios que esperan a tener casa para casarse», apuntó Máximo Álvarez. «En La Rosaleda no sólo hacen falta viviendas y centros comerciales, le ahce falta un alma y un corazón que será el templo», afirmó. Primeras comuniones Por otro lado, Álvarez afirmó que la parroquia del Buen Pastor es ya una parroquia grande y que esta año celebrarán el primer turno de primeras comuniones con más de veinte niños y otros 80 que están siguiendo la catequesis. Asimismo, tiene entre las manos entre ocho y diez expedientes de matrimonio. A falta de iglesia, apuntó Álvarez, todas estas celebraciones como bodas, bautizos y comuniones, se realizan «de prestado» en otras parroquias del municipio.