30.000 almas disfrutando en la feria de la Cruz de Mayo
Los más de medio millar de puestos de venta ambulante a lo largo de casi un kilómetro de calle, junto con el pulpo y la muestra de ganado, volvieron a ser el atractivo en la villa del Cúa
La muestra de ganado equino también despertó interés
La tradicional Feria de la Cruz de Mayo de Cacabelos volvió a convertirse ayer en punto de encuentro para miles de bercianos y habitantes de la vecina comunidad gallega. Cita ineludible del calendario de fiestas del Bierzo, esta feria congregó a cerca de 30.000 personas que a lo largo de la jornada se pasearon por la villa del Cúa y adquirieron algunos de los productos a la venta. A lo largo y ancho de la calle principal de Cacabelos se colocaron más de medio millar de puestos. Los feriantes ofrecían al visitante todo tipo de artículos desde ropa hasta productos agroalimentarios, pasando por bisutería, música, artesanía de madera, cerámica, vidrio o antigüedades. El buen tiempo y el sol animó a la gente a acudir a Cacabelos dibujando, un año más, la popular estampa de una marea humana recorriendo la avenida desde la gasolinera hasta el barrio del Foyo. Tampoco faltaron a esta cita las tradicionales pulperas y el churrasco, dónde los visitantes repusieron fuerzas comiendo una tapa acompañada por un vino de la denominación de origen. La gran afluencia de gente ayer a Cacabelos sorprendió a los peregrinos que pasaron por la villa hacia Santiago de Compostela. Muchos, abrumados, optaron por esperar y descansar sobre el césped de la playa fluvial ya que la multitud de visitantes hacía difícil que siguieran su ruta hacia Villafranca del Bierzo. También los conductores tuvieron que armarse ayer de paciencia por las largas colas y los desvíos alternativos. Como es habitual, esta feria de la Cruz reservaron un espacio para la compraventa de ganado. El recinto ferial de la localidad fue el escenario de los trueques.