Más de 3.000 fieles acudieron a la misa, en la que participaron 2 arzobispos, 9 obispos y 90 curas
Amigo respalda el inconformismo berciano para defender su identidad
El cardenal de Sevilla dice en la homilía de la apertura del Año Jubilar que «el Bierzo es una forma de vivir»
El cardenal de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, tocó ayer en Ponferrada la fibra sensible del berciano en su homilía de apertura del Año Jubilar por los cien años de la coronación de la Virgen de la Encina, la patrona del Bierzo. Fue claro en la defensa del mensaje identitario berciano: «El Bierzo no es sólo el lugar donde se ha nacido; es un estilo, un sello, un espíritu, su paisaje -muy bello, por cierto-; es una forma de vida y supone una manera de presentarse ante el mundo. Por eso, el Bierzo nunca se ha conformado con ser comarca; Siempre ha querido tener su propia identidad, sus raíces profundas». Las palabras del cardenal sonaron ante más de tres mil fieles, los arzobispos de Santiago de Compostela y Oviedo, nueve obispos y más de noventa sacerdotes, que presidieron la misa concelebrada bajo un sol de justicia en la explanada del Carmen, frente al albergue de peregrinos. Antes, la Virgen de la Encina salió en procesión desde la Basílica por las calles del casco antiguo, precedida por dos imponentes pendones, estandartes, insignias y banderas de cofradías. El cardenal Amigo resaltó la devoción del Bierzo y Ponferrada a la Encina, rememoró sus fiestas patronales y ensalzó la virtud de la capital berciana como un lugar que tiende puentes. «Ponferrada sabe mucho de puentes, de fortaleza. Necesitamos ese puente entre el pensamiento y la conducta; entre lo que se dice y lo que se vive», dijo. Amigo Vallejo remató su pensamiento indicando que, en la actualidad, es necesario y se necesita «construir ese puente fuerte entre la Iglesia y la sociedad, y que por ese puente transite la libertad». También hizo una clara defensa de la familia en su papel educador de los hijos y abundó de nuevo en el significado patrio de la ciudad que ha coronado a la Encina hace cien años. «Ponferrada no es sólo un nombre; es una actitud», y lo entremezcló con lo que esta localidad ha significado y sigue significando para los peregrinos, «con su castillo inexpugnable». Limpieza de espíritu Las referencias del cardenal al Bierzo no cesaron en su homilía: «La Encina no fue coronada por metales finos, sino por el corazón firme del Bierzo». El cardenal arzobispo de Sevilla animó a todos a realizar «una peregrinación interior, hasta las entrañas del corazón, para limpiarlo todo», porque, -según dijo-, «sólo los limpios de corazón podrán ver a Dios». «Somos hijos de la Iglesia y nosotros tendremos que llevar las espinas para enaltecer a la Virgen, a la Encina; Cristo llevó las espinas, para que su madre pudiera llevar las flores», concluyó. El obispo de Astorga, Camilo Lorenzo, que ofició de anfitrión de la diócesis, destacó la importancia del Año Jubilar, que supone que cualquiera que peregrine a la basílica de la Encina hasta las fiestas del 8 de septiembre del 2009, y a los santuarios donde se encuentre la Virgen, tendrá la idulgencia plenaria. «El Bierzo nunca se ha conformado con ser comarca; siempre ha querido tener su propia identidad» «Necesitamos construir ese puente entre la Iglesia y la sociedad, y que por él transite la libertad» CARLOS AMIGO VALLEJO Cardenal arzobispo de Sevilla