Las bodegas sirvieron al público en diez horas, entre el sábado y el domingo, alrededor de 18.000 vinos

La decimotercera feria del vino de Cacabelos, rebautizada como Bierzo Vino, cerró ayer sus puertas tras repetir el éxito de participación de anteriores ediciones pese a durar, en esta ocasión, menos días. En la llamada feria popular, que se celebró durante el fin de semana en la plaza Mayor de Cacabelos y en la que participaron 25 bodegas de la comarca se ofrecieron unas 18.000 degustaciones, según los primeros datos que baraja el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo y que, en próximos días, serán contrastados oficialmente. Principalmente, los visitantes se interesaron por vinos crianza aunque también se adquirieron muchos bonos para degustar vinos jóvenes. El presidente del Consejo Regulador de los Vinos del Bierzo, Alfonso Arias, destacó la buena acogida del certamen entre el público. «El balance es muy positivo. Creo que se ha acertado con los cambios y la transformación de la feria. El primer día se registró una auténtica avalancha de gente, sobre todo, gente joven que se acerca a la cultura del vino y que empiezan a valorar estos caldos de calidad. De hecho, el primer día se despachó el doble de vinos», apostilló Arias. Los 18.000 vinos en realidad, se sirvieron en el tiempo récord de diez horas, que fue el espacio de tarde-noche al que este año se redujo la cata pública. Entre las 19.00 y las 23.00 horas -algo más- del sábado y el domingo.