El párroco vio a los secuestradores saltar por el patio de luces y un vecino encontró una pistola
Liberado en Bembibre un industrial al que le exigían 300.000 euros
La Guardia Civil busca a dos hombres encapuchados que retuvieron toda la noche al matrimonio
La Guardia Civil abortó ayer por la mañana el secuestro y extorsión, -en el interior de su domicilio-, de un industrial y su esposa, a los que dos encapuchados les exigían 300.000 euros. Todo comenzó la madrugada del pasado jueves, cuando dos hombres, -con acento portugués, según fuentes relacionadas con la investigación-, entraron en el segundo piso del edificio 21 de la calle Quevedo de Bembibre. En el interior se encontraba el industrial, Paulino A. R. y su esposa, una maestra jubilada. Los dos encapuchados los tuvieron retenidos toda la noche hasta primera hora de la mañana de ayer. Les pedían dinero, y el empresario, que fue constructor y que es propietario de varias viviendas en la villa (entre ellas del edificio en el que se encuentra la sede del PP local), intentó reunir los 300.000 euros tras la apertura de los bancos, haciendo varias llamadas telefónicas desde su domicilio, con sus secuestradores delante. Los interlocutores telefónicos de Paulino sospecharon de que algo raro estaba sucediendo y alertaron de ello al puesto de la Guardia Civil de Bembibre. Además, se da la circunstancia que en la parte trasera del edificio del pretendido secuestro exprés, el párroco de la localidad y otro vecino vieron a los dos individuos encapuchados y también dieron aviso al cuartel. Fue de esta forma cómo los agentes del orden se trasladaron al domicilio del matrimonio retenido. Pero, antes de que la Guardia Civil llegase al lugar del suceso, los dos hombres salieron de la vivienda por la parte trasera. El párroco vio claramente cómo los dos se subieron al tejado de una cochera que hay en el gran patio interior y se dieron a la fuga saliendo a la calle por la fachada de los números 22 y 24 de la calle Lope de Vega. Un vecino y el mismo sacerdote encontraron una pistola tirada en el patio (se cree que falsa, porque pesaba poco) y un teléfono móvil (se cree que del industrial). El emrpesario y su esposa, tras quedar liberados de la extorsión, fueron trasladados al centro de salud de Bembibre. El hombre presentaba heridas leves de arma blanca en su cara.