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Riesco desconoce cuándo reabrirá el matadero, pero confía en la Junta

Ponferrada

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El matadero de Ponferrada seguirá manteniendo hoy sus puertas cerradas a la espera de que la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León levante la suspensión de actividad decretada el pasado lunes por los servicios de Veterinaria. El alcalde, Carlos López Riesco, desconocía ayer la fecha exacta en la que se producirá la anunciada reapertura, después de que el delegado territorial haya aceptado las reformas propuestas para permitir que la instalación siga funcionando mientras no se construya un matadero comarcal. «Si digo que es cuestión de horas, igual es poco, y si digo que de días, igual es mucho», afirmó ayer el regidor a preguntas de los periodistas. Riesco se remitió a las últimas manifestaciones del delegado territorial de la Junta, que aseguró en rueda de prensa en León, el pasado miércoles, que la administración autonómica reabriría el matadero «con carácter inmediato», pero sin atreverse esta vez a adelantar una fecha. La empresa concesionaria del matadero, Rogelio Ramos, confirmó ayer que las puertas de las instalaciones seguirán cerradas hoy porque siguen sin recibir la correspondiente autorización. La concesionaria renovó el llamamiento a los ganaderos para que tampoco hoy trasladen reses a las instalaciones de La Martina, que no volverán a abrir, en el mejor de los casos, hasta la próxima semana. El delegado de la Junta, Eduardo Fernández, aseguró el pasado martes que sólo esperaba recibir la petición formal del Ayuntamiento y la concesionaria para firmar la resolución que deje sin efecto la suspensión de actividad decretada por el jefe del Servicio de Veterinaria, tras realizar una inspección del complejo el pasado lunes. Fernández, que ayer no realizó manifestaciones, mostró entonces su confianza en que el Ayuntamiento acometa cuanto antes las obras, en vista de la proximidad de la inspección europea. Sin concurso público La reforma del matadero de Ponferrada que ha propuesto el Ayuntamiento a la Junta de Castilla y León no requerirá una adjudicación en concurso público porque se trata de pequeñas intervenciones.