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Lobos o perros asilvestrados atacan cerca de Las Médulas

La propietaria de un rebaño de ovejas de San Juan de Paluezas está ya harta de las pérdidas y reclama a la Junta que adopte medidas económicas o que permita batidas de caza

La imagen muestra otra de las cabezas heridas, dentro ya del establo situado en San Juan de Paluezas

Publicado por
Manuel Félix - ponferrada
Ponferrada

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Los perros salvajes o asilvestrados, o incluso se teme que los lobos, han vuelto a atacar al ganado privado. Y lo han hecho no muy lejos del corazón turístico del Bierzo, cerca de Las Médulas. Una ganadera del pueblo de San Juan de Paluezas (municipio de Borrenes), llamada Elisa Vidal Garnelo, está indignada porque comprueba sin remedio y sin solución aparente que sus ovejas están siendo diezmadas. El último ataque de lo que ella considera que son «alimañas» se dio esta misma semana. Hace unos días un cabrito y una oveja le aparecieron con mordeduras en el cuello y en la panza, con claros signos de la mandíbula de un cánido y con un ataque que se parece mucho al que suelen producir los lobos. Esta ganadera cuenta con unas 800 cabezas de ovino y suele sacarlas a pastar por el monte que hay cerca de su vivienda, en alto del pueblo de San Juan de Paluezas. Los últimos ataques a su ganado, según dice, se produjeron en las cercanías del Castrelín y el paraje de Los Campos, una zona también potencialmente turística por su valor arqueológico. Asegura Elisa Vidal que, además del último ataque a una oveja y su cabrito, al menos han sido otros cuatro los casos que ha contabilizado también durante el pasado invierno. Considera que al menos ha perdido veinte cabezas de ganado. La última se las llevó Revisa para su incineración hace unos días. La ganadera de San Juan de Paluezas no sabe con certeza decir si son lobos o son perros salvajes los que están diezmando a su rebaño, pero considera que alguien debe tomar las medidas oportunas para poner remedio a las considerables pérdidas económicas que está padeciendo por culpa de estos ataques. Por eso, desde las páginas de este periódico quiere hacer un llamamiento a los responsables de la Junta de Castilla y León para que pongan coto a lo sucedido. Elisa Vidal está convencida de que una solución sería la de permitir batidas a los cazadores para que eliminen las alimañas que atacan a su ganado. Se queja también de que la Administración ya no corre con las pérdidas que en la ganadería privada ocasionaba el lobo. «Las pérdidas que tengo son importantes, y ya no sólo es que me maten una oveja; el caso es que esa misma oveja deja de tener crías, deja de producir», reflexiona en voz alta en tono de queja. Esta ganadera berciana sabe bien de lo que habla, ya que lleva 23 años trabajando en ello. Asegura que antes, en la zona donde pastan sus ovejas, nunca había recibido ataques de esta forma, y concreta que los principales sucesos los ha detectado desde junio del pasado año hasta ahora, y especialmente por el invierno. «Esto ya es demasiado; estoy perdiendo dinero y parece que nadie quiere ponerle remedio a los ataques» «Creo que tenían que dejar desde la Junta varias batidas a los cazadores para pillarlos» ELISA VIDAL GARNELO Propietaria del rebaño atacado

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