El centro cultural Martín Sarmiento de Villafranca cumple cuatro años parado

El 18 de mayo de 2002 los presidentes de la Junta de Castilla y León y de la Xunta de Galicia, Juan Vicente Herrera y Manuel Fraga, firmaban en Villafranca un convenio para construir un centro sociocultural en el solar donde un día se ubicó la casa natal de Pedro José García Balboa, más conocido como Fray Martín Sarmiento. Este centro, desde el que difundir la vida y la rica, variada y extensa obra del monje benedictino y promocionar el Camino de Santiago, debería llevar ahora cuatro años funcionando, pues las previsiones apuntaban a la primavera del 2004. Pero, la realidad es bien distinta, ya que este espacio cultural no ha abierto sus puertas al público. Es más, ni siquiera se ha puesto la primera piedra del edificio y el solar continúa siendo precisamente eso, un solar vacío en medio de la monumental calle del Agua. Desde hace años al llegar estas fechas este compromiso se ha convertido en un tira y afloja entre administraciones, con el Ayuntamiento de Villafranca de convidado de piedra, y aunque tanto la Junta como la Xunta reiteran su buena disposición para poner en marcha este centro, a pesar de los cambios políticos en alguna de la administraciones, el caso que todo sigue prácticamente paralizado, mientras unos culpan a Galicia y otros a Castilla y León de la «vergonzosa» demora que sufre esta iniciativa. El proyecto fue entregado por el arquitecto redactor, Antonio Amado, a finales del 2002 y en octubre de 2003 la entonces consejera de Cultura de la Junta, Silvia Clemente, en una reunión con los alcaldes de ciudades del Camino de Santiago, anunciaba la habilitación de una partida presupuestaria destinada a este centro sociocultural. Por su parte, el representante del Plan Xacobeo, Francisco Singul, recordaba el pasado año durante las Jornadas Culturales Martín Sarmiento que la Xunta, de momento, ha cumplido su parte, comprando el solar y pagando la redacción del proyecto y que se encontraban a la espera de que la Junta licitase y contratarse las obras, que se pagarían al 50% entre ambas administraciones. Pero todo sigue igual. La «pescadilla» Por su parte, desde el Ayuntamiento, que se encargaría de la gestión de este espacio cultural, se han ido haciendo los deberes, reivindicando la materialización de compromiso y, según anunció el alcalde, Agustín García Millán, acordando la creación de una comisión mixta de seguimiento de la que formarían parte las entidades firmantes del convenio. Un acuerdo que fue aprobado en Junta Local de Gobierno y que ha sido remitido a ambas administraciones. Sin embargo, la pescadilla se vuelve a morder la cola, ya que, mientras la Junta ha anunciado que sus representantes serán la directora general de Patrimonio y el delegado territorial, la Xunta sigue sin nombrar a sus delegados y eso que el acuerdo se remitió en agosto del 2007.