Tuneladoras de Barcelona a Pekín

La metalúrgica berciana Sati (Sistema Avanzados de Transformación) presentó hace algún tiempo un proyecto de I+D+i para desarrollar una tecnología exclusiva en la fabricación de grandes tuneladoras. Pero su iniciativa se perdió en los complicados y muchas veces inextricables entresijos burocráticos. El año pasado, sin embargo, una multinacional francesa contrató a la compañía radicada en el barrio ponferradino de Cuatrovientos la construcción de un complicado prototipo mecánico para la excavación del metro la ciudad olímpica de Shenyang, que será la sede del campeonato de fútbol en Pekín 2008. El robot, que se ocupó de la colocación de las bovedillas con las que se han recubierto los túneles por los que circulará el metropolitano, resultó un éxito. Tal vez por esta razón, en los últimos meses Sati ha recibido sendos encargos de la misma multinacional para prácticamente clonar el modelo -con variaciones muy específicas- en las tuneladoras que se emplearán en otra importante población china, y también para la cabecera con la que se ampliarán las líneas metropolitanas en Barcelona. En ambos casos se está empleando tecnología propia, según explica a este periódico el jefe de producción de la factoría berciana, Felipe Hidalgo. En cuestión de dos meses, en pleno verano, saldrán de Ponferrada para la población de Yin Tao unos 25.000 kilos de acero; el peso de los robots instala-bobedillas que formarán parte de la cola de las tuneladoras que se emplearán en la construcción del metro en la citada ciudad asiática. Yin Tao es una metrópolis insular, menos conocida que Shenyang -la sede olímpica del fútbol-, pero que forma parte de la provincia de Shandong, una de las más prósperas y ricas de China por sus recursos minerales como el oro o el petróleo y en la que habitan nada menos que 90 millones de personas. Para Sati, una sociedad que dirige el empresario Francisco Abella, que siempre ha estado a la vanguardia en la rama de la calderería mecanizada y en las fabricación de maquinaria para industrias extractivas, es muy importante la presencia cada vez más intensa en el mercado del gigante asiático. Para la compañía, y para los más de cien trabajadores que se ocupan ya directamente en la factoría. Aunque la nueva y peculiar línea de negocio subterráneo ya ha encontrado espacio también en «casa». Cuando se estén embarcando los robots chinos, casi al mismo tiempo, tendrán que estar listas las 150 toneladas de acero cien por cien que compondrán la cabeza de otra de las tuneladoras que se empleará en la mejora del metro de Barcelona. Precisión en acero La máquina, en esta oportunidad, se ocupará de abrir el corte en la tierra a través de una serie de cuchillas distribuidas en un mecanismo para el que la metalúrgica berciana ha diseñado incluso sus propios sistemas de precisión con el fin de que os pétalos y la parte central que componen la estructura encajen como los engranajes de una especie de cronómetro colosal. Para las cuentas de la compañía, los tres robot que se están fabricando dejarán unos opíparos ingresos. Los «chinos», según explica el jefe de producción, Felipe Hidalgo, pueden estar cada unos por los 150.000 euros de coste. El que se destinará a la Ciudad Condal puede importar cerca de medio millón de euros.