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Afirma que el alcalde contradice un informe del arquitecto municipal y actúa con «arbitrariedad»

El PSOE acusa a Riesco de «nepotismo» al regularizar un autolavado por decreto

Zapico niega que el convenio de la estación de autobuses pueda amparar el lavado de turismos E

El portavoz socialista en el área de Urbanismo, Alberto Zapico, en el despacho del grupo municipal

Ponferrada

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El portavoz de Urbanismo en el grupo municipal del PSOE, Alberto Zapico, acusó ayer al alcalde de Ponferrada, Carlos López Riesco, de cometer «nepotismo» y actuar «con arbitrariedad» al regularizar por decreto, y en contra del criterio del arquitecto municipal, la situación de un autolavado de coches instalado en el entorno de la estación de autobuses. Zapico insistió en que los informes técnicos «vetan» cualquier aprovechamiento urbanístico en una parcela sin desarrollar como la SUD 33, y tras recordar que la instalación no llegó a solicitar licencia de obra y no tiene concedida la de actividad, negó que el convenio que regula la explotación de la estación pueda amparar el autolavado como un complemento de la terminal de transportes porque el empresario pretende obtener un beneficio con la limpieza de turismos particulares, antes que con los autobuses que trasladan viajeros hasta Ponferrada. El edil recordó que tras la primera denuncia del PSOE sobre la irregularidad del autolavado, el concejal de Urbanismo, Juan Elicio Fierro, anunció que se paralizarían las obras, y llegado el caso, se desmantelaría la instalación. Sin embargo, acusó, la empresa concesionaria del agua, Aquagest, ha colocado posteriormente el contador y las canaletas para abastecer el autolavado. Zapico denunció que el alcalde ha firmado un decreto para que continúe la tramitación de la licencia pedida y la que no llegó a solicitar la empresa con el argumento de que el autolavado complementa a la estación, cuando la concesión sólo se refiere a autobuses. «Eso es coger la parte por el todo», dijo. Zapico considera que el equipo de gobierno municipal del PP tiene una doble vara de medir a la hora de sancionar infracciones urbanísticas. «A unos aplican todo el rigor de la ley, y a otros, probablemente porque sean amigos, (aplican) manga ancha y permisividad», afirmó. El concejal socialista entiende que al igual que denuncia su grupo con las contrataciones municipales, también puede acusarse al alcalde y sus concejales de «nepotismo» en la gestión del Urbanismo porque estarían «favoreciendo a amigos y familiares». Zapico concluye que en el Ayuntamiento los vecinos «no somos todos iguales ante la ley; están los amigos y los que no son amigos», y advierte de que la «arbitrariedad» de Riesco, que estaría «por encima del bien y del mal», es «uno de los peores cánceres de la democracia».