Diario de León
Publicado por
JOSÉ A. ÁLVAREZ FIERRO
León

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SI EN SU DÍA Karl Marx dijo que la religión era el opio del pueblo, a día de hoy el falaz opio y remedio a todos los males de España es, sin duda, su Selección de Fútbol, por mucho que les pese a españoles de DNI como Tardá, Erkoreka, Urkullu o Puigcercós, entre otros varios. Por fin nuestro Zapatero tendrá este domingo una oportunidad de resarcirse de su metedura de pata con la canciller alemana Merkel, la cual, por cierto, vive con pasión los partidos del combinado germano. Estamos convencidos de que José Luis también, y esta vez sí se levantará, y deseamos que en varias ocasiones, cada vez que el balón traspase la línea de la portería de Lehmann. Por suerte o por desgracia, el fútbol, y en concreto el que tiene a nuestra Selección Nacional como protagonista, es uno de los indicativos que mejor pulsa la estupidez, sinrazón y mediocridad de algunos de nuestros políticos, tanto los que aventuraban, o más bien imploraban, un triunfo de Rusia en semifinales, como aquellos que cuando visitan Cataluña, País Vasco o Galicia hacen guiños a determinados nacionalistas irracionales, revanchistas y envueltos en un odio infundado y arbitrario, pero cuando están en el palco y gana España son más forofos que Aragonés o Camacho. La verdad que a buen seguro, y entre ciudadanos de a pie, en Rusia resultaría chocante que un ruso se alegrase de la derrota de su Selección, así como un sueco de la suya, lo mismo que un griego, un italiano, un alemán, un turco... y qué decir de un brasileño o un argentino. Pero claro, este es un país de quijotes, con todo el respeto para el Caballero de la Triste Figura, sí, aquel que en lugar de molinos de viento veía gigantes, y al que ahora algunos pretenden emular, y donde deberían ver a once muchachos dando patadas a un balón, ven a un equipo que para ellos simboliza al Estado español opresor. Anda que no deben alucinar con semejantes personajes los Xavi, Pujol, Capdevilla, Navarro, García, Fábregas, Xabi Alonso y el resto de sus compañeros. La Selección Española de Fútbol puede hacer historia y sus jugadores tienen en sus botas la posibilidad de dar una inmensa alegría a su sufrida afición, y estamos seguros que, de lograrlo, ese título de campeón de Europa será bienvenido, benvingut, ongi etorri y benvido. Eso sí, pase lo que pase, el ser conscientes y consecuentes con la realidad social y económica de nuestro entorno debe estar por encima de cualquier tipo de opio que desde determinadas esferas se trata de suministrar de forma casi que permanente al pueblo. Más apio y menos opios.

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