Cerrar
Publicado por
FERMÍN LÓPEZ COSTERO
León

Creado:

Actualizado:

SEGÚN LOS expertos, el consumo de cocaína en España, en vez de disminuir, se dispara. La sustancia comenzó a ponerse de moda allá por los años ochenta. Mientras la mayoría de los toxicómanos se dejaba cocear de mala manera por el caballo, una legión de tontainas engominados, los yuppies , aquellos ejecutivos de pacotilla cuya aspiración era trabajar todo lo que el cuerpo aguantase para hacerse ricos en cuatro días y llevar un nivel de vida engañoso, se metían por la nariz lo que no está en los escritos. Los heroinómanos tenían entonces un aspecto desastroso: se les veía famélicos, andrajosos, derrotados, incapaces de llevar a cabo ningún tipo de tarea u ocupación que no tuviese que ver con la delincuencia. Por el contrario, la mayoría de los cocainómanos presentaban un aspecto agradable y triunfal: iban vestidos, calzados, peinados y perfumados a la última moda; conducían coches con motores turbo o con un número increíble de válvulas; y si delinquían, lo hacían de manera más guapa y elegante. Así y todo también les llegó su San Martín. Ahora los médicos, concretamente los cirujanos plásticos, nos advierten de que el consumo de cocaína está provocando en nuestro país un aumento de las rinoplastias, esas operaciones en las que se reconstruye el tabique nasal. Al parecer, el fenómeno lo vienen detectando desde hace ocho años, y por el momento no es probable que decrezcan las solicitudes para realizar este tipo de intervenciones. Según los especialistas, para que se produzca una perforación del tabique nasal basta con esnifar cocaína con frecuencia durante más de dos años. Naturalmente, este fenómeno, el de la drogadicción y sus circunstancias, no es extraño en el Bierzo. «En nuestra comarca -me contaba hace unos días una fuente de información nocturna y bastante digna de crédito- se esnifa mucho». Verdaderamente, los datos publicados y los indicios observados apuntan en esa dirección. Es más, yo estoy seguro, porque lo veo casi a diario, de que en el Bierzo debe haber gente que se dedica a esnifar las rayas de las carreteras, sobre todo las de la Diputación. No me lo explico: o hace más de 50 años que no las pintan o alguien va por ahí aspirándolas con un canuto. Hay gloriosas glorietas, por ejemplo, que no se sabe si constan de varios carriles o de uno solo pero muy amplio. Incluso las rayas recién pintadas, con motivo de alguna obra, no duran ni cuatro días. ¿Será la pintura, que es de mala calidad? ¿O es que aquí todo el mundo esnifa? Luego habrá que llamar a un albañil, que sale más barato, para que rasee los tabiques.

Cargando contenidos...