El presidente de la nueva Confederación Miño-Sil elude a la prensa en su primera visita al Bierzo

El presidente de la nueva Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, Francisco Fernández Liñares, eludió ayer el contacto con la prensa en su primera visita a las instalaciones que el organismo tiene en el embalse de Bárcena. Liñares viajó al Bierzo en visita relámpago sin mediar ningún tipo de convocatoria previa y se limitó a facilitar una imagen y una breve nota de prensa en la que no se refirió a los planes de la Confederación para la cuenca del río Sil. La Confederación del Miño-Sil sólo recordó que de acuerdo con los criterios de adscripción aprobados el 10 de junio en la extinta Confederación Hidrográfica del Norte, las oficinas del Bierzo y su personal han pasado a formar parte del organismo que dirige Liñares. El presidente de la nueva Confederación del Miño-Sil estuvo acompañado por el presidente de la nueva Confederación Hidrográfica del Cantábrico, Jorge Marquínez, que hasta hace unos días presidía la desaparecida Confederación Hidrográfica del Norte. La nota de prensa asegura que Liñares aprovechó la visita para conocer «las actuaciones que el ámbito territorial del Bierzo han pasado a formar parte de la gestión del nuevo organismo».