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Indemnizará con 80.000 euros a la familia de Fidel Brañas, fallecido en el incendio del año 2000

Condenan a la Junta por la muerte de un brigadista forestal en Oencia

El TSJ considera que el agente forestal situó en un lugar de riesgo a las dos víctimas del incendio

Ponferrada

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Ocho años después de la muerte de dos trabajadores forestales alcanzados por el fuego en un incendio declarado en Oencia, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y León ha decidido condenar a la administración autonómica a pagar una indemnización de 79.873 euros a la familia de una de las dos víctimas. Agotada la vía penal para dar con los autores de un incendio que permanece impune, y a la espera de que se resuelva la demanda de los familiares de la otra víctima mortal, Manuel García, el TSJ ha estimado parcialmente el recurso contencioso administrativo de los familiares de Fidel Brañas contra la negativa de Junta de Castilla y León, por silencio a aceptar su reclamación de daños y perjuicios. El tribunal de Valladolid considera que la muerte de los dos brigadistas se debió a la «incorrecta ubicación» de parte de la cuadrilla de Villafranca del Bierzo en una vaguada donde no había ni personas ni bienes que defender y donde «era altamente probable que se produjera el llamado efecto chimenea» que acabó envolviendo en llamas a las víctimas cuando cambió el viento. Los jueces entienden que el agente forestal que les ordenó descender por la ladera «hubiera debido prever la gravedad del peligro de ser alcanzados por el fuego» y por eso consideran responsable del «accidente» a la Junta de Castilla y León. La sentencia considera que existe un nexo causal entre la muerte de los dos brigadistas y la orden del agente de atajar el fuego descendiendo por la vaguada, «donde por la propia configuración de fuerte pendiente del terreno y con material de fácil combustión puede darse lugar repentinos avivamientos del fuego de muy dificil control y que al menor cambio de viento se hacen muy peligrosos». Los jueces entienden que la posterior orden de abandonar del lugar, que el agente forestal dio a los cuatro brigadistas que estaban con él cuando comprobó el cambio de viento, no exonera a la administración. En todo caso, demostraría que Fidel Brañas, que tenía 37 años cuando falleció, «tuvo una conducta de elogio» si desobedeció para tratar de salvar a su compañero Manuel García.