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Antropóloga forense

«Aunque el método es el mismo, en Ruanda había fosas con 500 cuerpos»

La costarricense, tras participar en la exhumación de las víctimas de los genocidios del país africano y Kosovo, colabora con la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica

Publicado por
Silvia Ramos - ponferrada
Ponferrada

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Después de realizar trabajos de exhumación en Kosovo, donde ayudó a la recuperación de las víctimas de la guerra de los Balcanes, y en Ruanda, donde trabajó en fosas con más de 500 cuerpos, la antropóloga forense Roxana Ferllini está colaborando en el Bierzo con la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) en la exhumación de paseados en la comarca hace ya 72 años. - Su primer contacto con el Bierzo y la asociación fueron los trabajos para exhumar a cuatro paseados en Balboa. ¿Cuál ha sido su impresión? -Hemos estado dos días bastante activos removiendo la tierra, además, hay mucha roca y tiza, pero al final el martes lo logramos y hemos levantado los cuatro cuerpos. -¿Fue complicado dar con la ubicación exacta de la fosa? -Sí, había mucha confusión. Se sabía que estaban al lado de un castaño pero había muchos y no sabíamos cuál era el correcto. Al final, gracias a una vecina conseguimos dar con la ubicación exacta. Contó que el dueño de la finca nunca cultivaba nada en ese lugar. Ella lo recordaba y gracias a eso pudimos dar con los cuerpos. -Que los cuerpos estuvieran apilados, ¿complicó vuestra tarea? -Sí. Los pusieron ahí de una manera no muy digna, según iban cayendo. Estaban prensados unos encima de otros y había que removerlos muy cuidadosamente para no mezclar la osamenta. -Una vez encontrados los cuerpos, ¿cómo se desarrolla el trabajo de exhumación? -Se le da a cada cuerpo un número del uno al cuatro, en este caso. Según se va removiendo hay que verificar que cada hueso pertenece al cuerpo correcto. -¿Los cuerpos ya están identificados? -Nosotros contamos con una descripción de cada individuo, ahora hay que verificar que las características que nos han dado las puedo encontrar en cada uno de ellos. -¿Qué opina de la labor que está desarrollando la ARMH? -Es increíble. Las familias se merecen tener la tranquilidad de saber dónde están sus seres queridos, encontrarles y darles una sepultura digna, no tirados al azar. Es un trabajo muy noble. -¿Es muy duro? -Sí, puede ser un poco duro, requiere mucho ejercicio físico, es muy cansado. Hay que ser muy minucioso pero también es muy gratificante. He trabajado con un equipo increíble y la buena labor de todos ha permitido acabar en tan sólo dos días. -¿Qué se siente al conseguir que muchas familias, por fin, puedan descansar? -A mí personalmente me da mucha satisfacción. Aunque hemos sudado merece la pena al ver la alegría de los familiares. Uno de ellos me dijo: «Por fin van a recibir una sepultura digna y podrán descansar en paz», eso para mí es más que una paga. -¿Realizará más exhumaciones en el Bierzo? -Sí, también participaré en la recuperación de los once paseados en Magaz de Abajo y analizaré los restos que encontremos. -¿Qué diferencias hay entre los trabajos realizados en el Bierzo con los de Kosovo y Ruanda? -Los métodos arqueológicos y de análisis son los mismos. En Ruanda trabajamos una fosa que tenía más de 500 cuerpos. Fue un trabajo duro no sólo físico sino también psicológico. Fue un auténtico genocidio. Muchas víctimas no se pudieron identificar porque no había familiares que lo reclamaran, habían asesinado a familias completas. -¿Qué diferencias existen entre las fosas? El trabajo en Ruanda tiene algo muy particular, en cien días murieron casi un millón de personas, por lo que era imposible trabajar todas las fosas, por ello se eligió un lugar representativo de lo ocurrido. En el caso de Kosovo las fosas eran individuales, no comunes. Todo depende del contexto, varía según el trasfondo político, de lo que ocurrió y de cómo se han desecho de las víctimas.