| Reportaje | Los «chatos» con otro ambiente |
Los vinos, entre vikingos y pitufos
Más de mil personas participaron un año más en la original y temática ronda de bodegas de Rodanillo, que ahora quiere recibir el reconocimiento de Fiesta de Interés Provincial
Las leonas, la domadora y un payaso del circo del barrio de arriba
Cerca de un millar de personas se dieron cita en la noche del viernes en la duodécima edición de la ronda de bodegas de Rodanillo, un encuentro gastronómico festivo que en esta localidad bembibrense cuenta con una característica especial, la creación de las bodegas temáticas , para las que se espera obtener la calificación de Fiesta de Interés Turístico Provincial. Los diferentes barrios de Rodanillo se vuelcan cada año en la creación de escenarios y espectáculos especiales para las seis bodegas por las que se realiza la ronda de las fiestas de San Antolín. En la actividad se implican desde los mayores hasta los más pequeños, caracterizándose de acuerdo al tema elegido y que permanece en secreto para el resto de los vecinos hasta el mismo día de celebración de la ronda. Los vikingos abrieron la gran oferta de pinchos y bebida en un circuito que se acercó a la edad de piedra con la bodega «Rocanillo». Se animó aún más el recorrido en el barrio de arriba, convertido en un circo en el que no faltaba ninguno de los personajes habituales: Malabaristas, zancudos, payasos, domadoras, fieras, forzudos, adivinos, trapecistas y encantadores de serpientes. Todos los vecinos tenían su papel para ofrecer a los visitantes comida, bebida y, sobre todo, diversión. El alto reparador se efectuó en la bodega «Salvavidas», con los socorristas propios de la época estival y prosiguió el recorrido por el país de los pitufos cerrándose en el antiguo oeste.La imaginación y el esfuerzo de los vecinos de Rodanillo en las sucesivas ediciones de las bodegas han llevado a la localidad ranchos mejicanos, minas, barcos piratas o el mismo Vaticano, con papamóvil incluido. Este esfuerzo ha dado una característica especial a esta ronda que consigue reunir un millar de visitantes y para la que la Junta Vecinal, presidida por Ángel Magallanes, y el Ayuntamiento de Bembibre solicitarán la calificación de «Fiesta de Interés Turístico provincial». Magallanes destacó la implicación vecinal. «Creemos que ese esfuerzo debe ser reconocido al menos a nivel provincial», afirmó.