El rector de la Encina, Antolín de Cela, primero de los 238 relevistas
La antorcha del Centenario inicia su recorrido de tres días por el Bierzo
Luis del Olmo dio la salida a una ruta de 248 kilómetros que concluirá el domingo
El viento lo puso difícil, pero la llama prendió. Encaramado en lo alto de la escalera de un camión de bomberos y vestido con ropa deportiva, el rector de la Basílica de la Encina, Antolín de Cela, le echó un poco de paciencia para encender la antorcha del Centenario en el pebetero del Toralín y convertirse ayer en el primero de los 238 relevistas que durante tres días recorrerán al trote, en bicicleta, en piragua, o en silla de ruedas, hasta 248 kilómetros por el Bierzo para celebrar los cien años de la declaración de ciudad de Ponferrada. La salida de la antorcha estuvo arropada por miembros de los distintos clubs deportivos de la comarca, incluyendo a los futbolistas de la Sociedad Deportiva Ponferrada, entre un público donde no faltaron algunos de los futuros relevistas como la olímpica Lidia Valentín o el ex atleta Colomán Trabado. El domingo, el penúltimo relevo hasta la plaza de La Encina lo dará la propia Valentín, junto con la otra olímpica berciana en Pekín, la nadadora Noemí Fernández, y el corredor de 1.500, quinto en la final olímpica, Juan Carlos Higuero. Los tres dejarán la antorcha en manos del miembro de la asociación de discapacitados físicos Ambi, Pedro González, que se encargará de encender el pebetero en la plaza del Ayuntamiento a la salida de la procesión del otro centenario que celebra este año Ponferrada; el de la coronación de la Virgen de la Encina. Llamada a la convivencia Lo de ayer fue sólo el primer capítulo de un periplo que llevará la antorcha por Molinaseca, Bembibre, Toreno, Villafranca del Bierzo, Balboa, Cacabelos -donde recorrerá en piragua el río Burbia- Camponaraya o Dehesas, antes de regresar a Ponferrada. Fueron las palabras del locutor Luis del Olmo, que acompañó al alcalde, Carlos López Riesco y a otros miembros del equipo local de gobierno, las que dieron la salida al primer relevo a los pies del pebetero del Toralín. Del Olmo habló del fuego como «símbolo de la civilización» «que hace que se doble el hierro» y llamó a la unidad y a la convivencia de los bercianos -«todos formamos parte del mismo cesto de cerezas»- para acabar invocando al poeta Antonio Machado y cerrar su intervención con los famosos versos sobre el camino que se hace al andar. «Caminemos juntos por un Bierzo de todos en el que nadie se sienta extranjero», afirmó. «El fuego es un símbolo de la civilización que hace que se doble el hierro» «Caminemos juntos por un Bierzo de todos en el que nadie se sienta extranjero» LUIS DEL OLMO Periodista