Las incursiones de intrusos en el viejo cuartel de Ponferrada crean malestar vecinal
La cada vez más frecuente presencia de intrusos en el recinto del antiguo cuartel de la Guardia Civil de Ponferrada, abandonado a la espera de su aprovechamiento inmobiliario, está generando un notable malestar a la vez que nerviosismo entre los residentes en esta zona de la ciudad. La inquietud y el desasosiego por la falta de vigilancia sobre el inmueble se acentuó durante las pasadas fiestas de La Encina. Concretamente el día grande de las celebraciones, el domingo, cuando los vecinos de un edificio aledaño al cuartel comprobaron como un individuo se había colado en un piso aprovechando la conexión del acuartelamiento con los patios de luces. El suceso tuvo lugar a las 22.30 horas y fueron los propios vecinos de los número 7 y 9 de la calle Doctor Marañón -a las espaldas de la antigua sede de la benemérita- los que ahuyentaron al delincuente. A raíz de este hecho, los residentes en la zona han expresado a este periódico públicamente la necesidad de que tanto desde el Ayuntamiento de Ponferrada como desde el Cuerpo Nacional de Policía se redoblen las medidas de control para evitar que cualquier pueda acceder al acuartelamiento de la calle Camino de Santiago con fines más o menos oscuros.