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En honor al Cristo de la Esperanza
El origen de estas fiestas se remonta tres siglos atrás; desde entonces, los habitantes de la villa renuevan cada año su devoción a la imagen que procesiona en las calles
Las fiestas del Cristo de la Esperanza tienen su origen en el siglo XVII, cuando don Gabriel de Robles, indiano natural de Villafranca costeó las obras de lo que hoy es el Convento de San Nicolás. Para que presidiera el Retablo Mayor de dicha iglesia donó un Cristo, llamado de la «Esperanza» tallado en madera de ébano de gran expresividad artística, al cual se atribuye su origen americano. Esta talla desplazó al anterior patrón San Sebastián. Esta imagen cuenta con gran devoción en la villa. Entre los miembros de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Esperanza figuran la Reina Isabel II y Alfonso XII. En la celebración destacan los actos religiosos, cuyo punto álgido es una procesión con el Cristo por las calles de la villa, calles por las que bailan los gigantes y cabezudos y por detrás acompaña una banda municipal con música solemne. Por la tarde los referidos gigantes y cabezudos recorren la población acompañados de la Escola de Gaitas y niños y mayores bailando al son de su música. En el resto de los días de la fiesta, se programan diversos actos: juegos, deportes, orquestas y todo tipo de manifestaciones artísticas. Durante estas fiestas no faltarán las actividades deportivas como la carrera popular que tendrá lugar el domingo así como competiciones de fútbol y de fútbol sala. La música de las noches de fin de semana la pondrán las distintas orquestas que actuarán hoy, mañana y el lunes y no faltarán tampoco los fuegos artificiales que protagonizarán la noche del domingo.