Daños colaterales del oso de la A-6 Desde Vega de Valcarce al centro de animales de Valladolid

El suceso que conmocionó a toda la comarca berciana el pasado martes tras la muerte, en la autovía A-6 dirección a la Coruña, de un oso pardo atropellado por un camión tiene una visión diferente, la perspectiva del camionero que se empotró contra el plantígrado. El chófer, que realiza dos veces por semana la ruta entre Vitoria y la capital gallega, asegura que hizo todo o posible por esquivar al animal, aunque sin éxito, a pesar de que dio un volantazo que casi hace volcar el vehículo. «No sé de dónde salió, creo que se cruzó. Intenté esquivarlo y me di cuenta de que no lo había conseguido cuando escuché el golpe», aseguró el conductor en declaraciones hechas al diario La Voz de Galicia en Lugo. Miguel, ese el nombre del camionero, aseguró a la cronista de La Voz que desde el día del accidente cada vez que se pone al volante ve cruzarse delante de él osos y jabalíes, ya que en un principio no identificó de qué animal se trataba, simplemente vio una silueta negra y por intuición pensó que era un jabalí, dado que en la zona no es frecuente ver osos pardos. «La noche siguiente, cuando tuve que hacer el mismo recorrido, me volví neurótico», comentó. «Me fue duro comprobar que era un oso pardo, porque les tengo mucha simpatía. Me dio mucha pena, ojalá estuviera vivo», comentó apenado el conductor del camión DAF, que asimismo especuló con la posibilidad de que el animal no hubiera sufrido mucho, ya que seguramente «llevó un golpe seco en la cabeza que lo mató al instante». El conductor quiso dejar claro que no circulaba a una velocidad excesiva y que, por tanto, esa no fue la causa de que el impacto fuese mortal para el animal. «Iba a ochenta kilómetros por hora, el oso se plantó delante de mí y se movía a gran velocidad. En esos momentos no hay tiempo ni capacidad mental para reaccionar», aseguró. Los daños sufridos por el vehículo no son considerables, teniendo en cuenta las dimensiones del mismo, ya que la defensa es de hierro, pero no hubiera ocurrido lo mismo si el conductor circulase en un turismo. «Esta resistencia no la tiene cualquier coche», aseguró Miguel mientras observaba los efectos del golpe. Aún así, los desperfectos han sido tasados en 3.000 euros. Fue el propio conductor del camión siniestrado quien avisó al 112 de que acababa de atropellar a un oso pardo, en torno a las cinco y media de la mañana en el punto kilométrico 417 de la A-6, en el término municipal de Trabadelo y muy cerca de Vega de Valcarce. Hasta el lugar del trágico suceso se desplazaron varios agentes de la Guardia Civil, que levantaron atestado de los acontecimientos, y los técnicos de la Junta de Castilla y León encargados de la materia medioambiental. El cuerpo muerto del plantígrado, que era un macho de entre tres y seis años y se desplazaba por una zona lejana a su entorno habitual de distribución, fue trasladado al Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Valladolid, lugar en el que se le practicó la necropsia. Además, desde la Universidad de León reclamaron los testículos y el semen de animal con un fin científico, analizar su fluido para llevar a cabo futuras comparativa con otros osos de la misma especie que viven en libertad.