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El alcalde reconoce que el Ayuntamiento afronta «varias» reclamaciones judiciales de deuda

Millán descarta subir tasas y apuesta por recortar gastos para superar los embargos

Espera disponer del dinero a tiempo para evitar la subasta de dos cuadros de Eugenio de Arriba

Ponferrada

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Menos gastos en lugar de más impuestos. Esta es la receta que aplicará el alcalde de Villafranca del Bierzo, Agustín García Millán, para sacar al Ayuntamiento de la grave crisis de liquidez que afronta y que ha llevado al Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y León a embargar dos cuadros del pintor Eugenio de Arriba para pagar la deuda de 31.000 euros contraída con una imprenta. Y la reclamación judicial de Peñalba Impresores no es la única a la que se enfrenta el Ayuntamiento, reconoció ayer su alcalde, presionado ante los tribunales por distintos proveedores que aún no han cobrado su dinero y a los que promete ir pagando en función de la disponibilidad de caja de la institución municipal. La asfixia económica del Ayuntamiento «es una cuestión vieja que venimos arrastrando y a la que no se han puestos soluciones», aseguró ayer el popular García Millán reprochando implícitamente a su antecesor, el socialista Vicente Cela -que también reclama 16.000 euros de sus asignaciones como alcalde- que no adoptara medidas para evitar la quiebra de la tesorería municipal. El actual regidor del PP, sin embargo, descartó ayer que la solución para evitar nuevos embargos pase por aumentar impuestos y tasas municipales. «No se va a incrementar los impuestos, y menos en tiempos de crisis», aseguró a este periódico. El equipo de gobierno ya está apostando por «una política de ahorro, de contracción del gasto» que se está notando, aseguró en los presupuestos de fiestas, actividades culturales y cuestiones que no resulten imprescindibles. Respecto a los dos cuadros de Eugenio de Arriba embargados, dos paisajes de Villafranca que cuelgan en las oficinas y son fruto de una donación particular, Millán insistió en que espera disponer de fondos para evitar su subasta. A diferencia de lo que opina el TSJ, el alcalde entiende que son «bienes del pueblo» no susceptibles de embargo.