Fernández Liñares está «desaparecido» y no atiende ni las demandas sociales ni de los alcaldes
Malestar general por el desinterés del presidente de Miño-Sil con el Bierzo
La integración en la nueva Confederación Miño-Sil defrauda las expectativas de la comarca
ponferrada
Plantó por tres veces consecutivas a los medios de comunicación antes de presentarse públicamente. Pero lo peor es que han sido tres plantones también a muchos alcaldes y muchos más silencios como respuesta a las demandas de municipios, mancomunidades y de los distintos agentes sociales y políticos de la comarca.
El nuevo presidente de la Confederación Hidrológica Miño-Sil, Francisco Fernández Liñares, se ha convertido en una especie de fantasma para los intereses hidrográficos del Bierzo. Alcaldes de diverso signo político y también entre los propios representantes de los trabajadores de la sede del organismo en Ponferrada se sienten defraudados por la desidia de Fernández Liñares.
En el ámbito social, porque el paso de la Confederación Hidrográfica del Norte a la Miño-Sil había despertado fundadas esperanzas de que las oficinas bercianas ganaran mayor peso. Tanto en lo institucional como en lo funcional. En este último caso con la puesta en marcha de una subcomisaría de aguas o incluso con el establecimiento en la comarca del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH), lo que llevaría aparejado un crecimiento relativamente importante de la plantilla.
Sin noticias del SAIH
Hasta ahora se ha producido todo lo contrario. Según ha podido corroborar este periódico en medios sindicales, el presidente de la CH Miño-Sil lo que ha anunciado es que las cinco plazas vacantes que existían en Ponferrada pendientes de cobertura se concentrarán en la sede central de Orense.
Tampoco hay noticias del SAIH, un proyecto que en medios del PSOE se había tratado ya de negociar con el presiente de la Confederación Hidrográfica del Norte de España, Jorge Marquínez.
Añoranza de Marquínez
La atención especial que precisamente Marquínez prestó a la comarca, con constantes visitas, contactos con responsables públicos y anuncios de proyectos de gran calado en los cauces y en la mejora de la calidad de las aguas, se ha convertido en una mala piedra de toque para analizar los primeros meses de la gestión de Francisco Fernández Liñares.
Marquínez dejó enfilada una gran intervención para seguir ordenando los márgenes del Sil desde Ponferrada prácticamente hasta la depuradora del Bierzo Bajo en Villadepalos. Pero nada se ha vuelto a saber más del asunto. Además, según ha podido constatar este periódico, mancomunidades de municipios como la de la comarca de Ponferrada o Bierzo Central tienen solicitadas con el máximo responsable de la Confederación Miño-Sil entrevistas desde primeros del mes de noviembre.
En vano. La Mancomunidad de Municipios de Ponferrada, que espera negociar la puesta en marcha de una potabilizadora para el abastecimiento de sus más de 8.000 usuarios, no ha recibido ni respuesta. En la misma situación se encuentran los portavoces de los trabajadores de la Confederación en la comarca que esperan respuestas de Fernández Liñares sobre la incertidumbre que pesa sobre la oficina de Bárcena.
Desinterés político
Desde el punto de vista político, Fernández Liñares tampoco parece que haya encontrado un interlocutor en la comarca como por ejemplo encontró el presidente de la del Norte, Jorge Marquínez, en el alcalde de Camponaraya y senador socialista Antonio Canedo, entre algún otro cargo público local.
También es cierto, de otro lado, que como lamentan algunos de los alcaldes de todo signo político que han expresado su malestar a este periódico por la actitud ausente y desidiosa de Fernández Liñares, no parece que ningún alto cargo de los partidos mayoritarios en el Bierzo se esté interesando como es debido por provocar un vuelco en esta actitud.
La principal visita del presidente de la Miño-Sil a la comarca se produjo el pasado 12 de diciembre con motivo de un acto institucional para la presentación en Ponferrada de una carpa didáctica del Ministerio de Medio Ambiente sobre el ciclo del agua. Entonces mantuvo un contacto informal con el regidor ponferradino Carlos López Riesco, que parece haber tenido más suerte que muchos otros agentes que buscan una entrevista con Francisco Fernández Liñares desde hace mucho más tiempo.