El alcalde quiere retomar el proyecto en vista de que la junta vecinal no ha logrado financiación
Oencia reactiva la obra de la traída al detectar un 48% de arsénico en la red
Estanga ha prohibido consumir el agua del grifo y la Diputación abastece al pueblo cada semana
ponferrada
«Ése agua no vale ni para regadío. Es cancerígena». Así de alarmado se mostraba ayer el alcalde de Oencia, José Estanga Rebollal, después de anunciar públicamente que las últimas comprobaciones sobre la salubridad del suministro de agua de la localidad han detectado una concentración de arsénico del 48 por ciento, cuando nunca debería superar la barrera del 10 por ciento para poder consumirse sin riesgo.
Las mediciones de la Junta de Castilla y León, efectuadas hace un mes, aseguró Estanga, han llevado al alcalde a retomar el proyecto municipal para cerrar los dos manantiales contaminados por el arsénico, abrir una nueva captación y mejorar la traída de la única de las tres fuentes que abastecen a Oencia cuya agua es potable. El alcalde ha prohibido en un bando el consumo del agua del grifo y los vecinos siguen abasteciéndose de las garrafas que la Diputación provincial les facilita cada semana.
Estanga ha convocado un pleno para el próximo lunes con la intención de sacar adelante el proyecto para abrir una nueva captación en el manantial Lamas I y mejorar la traída del Toledo, aptas para el consumo. El regidor popular ha invitado a la Junta Vecinal, gobernada por los socialistas y titular del agua, para que asista a la sesión y acepte el plan del Ayuntamiento. El regidor lamentó que haya tenido que aparcar el proyecto en vista de que la Junta Vecinal reclamó su competencia en el asunto. La pedanía, aseguró Estanga, no dispone de fondos para cubrir su parte de la obra y el alcalde entiende que la única forma de cobrar a los vecinos pasa por permitir al Ayuntamiento que obtenga una subvención y acometa los trabajos.
«La facultativa nos ha dicho que la situación es insostenible», aseguró. El alcalde, que quiere clausurar los manantiales Lameiras y Reguero Arruso, contaminados por arsénico desde hace meses, entiende que en un caso extremo, los juzgados le darían la razón al Ayuntamiento. «Conocemos dos sentencias de casos similares», afirmó.