Los empresarios se reunieron con el Consejo del Bierzo para que medie ante el Ejecutivo regional
Las pizarreras reclaman la formación directa en vez de en la escuela de la Junta
Creen que las inversiones en la Mina Escuela pueden compensar la crisis que sufren
ponferrada
Las empresas pizarreras que se concentran en el Bierzo y La Cabrera no creen que la escuela de formación que gestiona la Fundación Santa Bárbara en Aliste (Zamora) tenga ya ningún futuro. Pero tampoco creen que lo más efectivo sea su traslado a la Mina Escuela en La Ribera de Folgoso.
La patronal se entrevistó ayer con el presidente del Consejo del Bierzo, José Luis Ramón, y su responsable de Coordinación, Nancy Prada, para que planteen a la Junta de Castilla y León otra alternativa en esta coyuntura de incertidumbre sobre el porvenir de la escuela de pizarra.
Los empresarios creen que la notable inversión que sería necesaria para reproducir prácticamente una cantera en la Mina Escuela del Bierzo puede destinarse por parte de la Junta -”principal patrono de la Fundación Santa Bárbara-” a un plan de formación directa en las propias explotaciones.
El presidente de la principal patronal del sector, Apical, Alberto Bayo, así lo explicó a los responsable de la entidad comarcal en una reunión a la que también asistió como asesor uno de los industriales más emblemáticos y pioneros del sector, Aureliano Fernández, y el alcalde de Benuza, Rafael Blanco.
Bayo comentó tras la entrevista en la sede del Consejo del Bierzo que la formación en las propias empresas no sólo redundaría económicamente en éstas, puesto que la Junta de Castilla y León debería subsidiar las tareas mediante ayudas o exenciones fiscales, sino que se optimizaría la preparación de los futuros trabajadores.
«Donde mejor se puede formar a los trabajadores es in situ. No es lo mismo preparar a un labrador por ejemplo en una cantera de La Baña que para una de la zona de San Pedro. Además está el problema del transporte, enviar a la Mina Escuela de Folgoso a un chico o una chica desde zonas tan distantes como las pizarreras», razonó el presidente de Apical.
Las empresas esperan que el Consejo Comarcal eleve cuanto antes este interés del colectivo a los responsables de la Junta de Castilla y León. En opinión de la organización empresarial, es una alternativa de aplicación relativamente sencilla y se podría crear una comisión de control para realizar un seguimiento, al cabo de un año por ejemplo, de la capacitación de cada trabajador desde su contratación en los yacimientos o en las naves de cada compañía. «La formación sería más directa, más específica y más barata», sintetizó Bayo en declaraciones a este periódico.