Platos con la esencia del carbón

corresponsal | fabero

Fabero un año más, y ya van cuatro, en su afán de no peder su referente de un siglo de cultura minera celebra estos días sus jornadas gastronómicas con la participación de 28 bares y cafeterías y dos restaurantes que rememoran la arraigada costumbre que se practicó hasta bien entrados lo años 70 de hacer del día de cobro una fiesta gastronómica para los mineros a base de tapas compartidas con el compañero de tajo y amigos el día 14 de cada mes.

Como es característico de estas jornadas, los 28 establecimientos y los dos restaurantes participantes se han convertido en verdaderos museos mineros. Así, la degustación de suculentas tapas que van del energético de Negrín o la galletilla del Río, hasta el arroz con chicos del minero, albóndigas con setas a la carbonera o los tigres al guaje al caldo de castañas, comparten espacio con la exposición de fotografías y videos sobre el trabajo en la mina y diversas herramientas de la mina, matillos neumáticos, hachos candiles y todo tipo de lámparas así como los distintos modelos de teléfonos usados en la mina. E incluso con reproducciones a escala real de galerías mineras con todo tipo de detalles.

Museos mineros

En su afán de superación y sana competición por dar la tapa más gustosa, los treinta establecimientos participantes en la cuarta edición de estas jornadas, que tendrán continuidad el próximo fin de semana, se han esmerado en dotar sus particulares museos mineros de todo tipo de detalles.

Un estandarte con la imagen del minero, ubicado en la fachada de los distintos establecimientos, ubicada en las fachadas de los distintos locales guiará la ruta a seguir durante estas jornadas por los establecimientos de Fabero que organizan esta cita gastronómica que llega a su cuarta edición.