| Reportaje | Una reinserción sociolaboral con vistas |
Condenados al paraíso del Bierzo
Un grupo de 21 reclusos de la cárcel de Mansilla de las Mulas participaron ayer en la primera jornada de limpieza de Las Médulas, una iniciativa del Consejo Comarcal
ponferrada
Para un recluso que cumple la última fase de su condena, cualquier actividad que le acerque nuevamente a la sociedad y le abra un poco más las puertas hacia la libertad marca el inicio de una nueva vida. Pero si además, esa actividad se desarrolla en un entorno único, el placer es doble. Esto es lo que ocurrió ayer en Las Médulas, paraje Patrimonio de la Humanidad que se ha convertido en el escenario para la reinserción laboral de 21 reclusos y reclusas del centro penitenciario de Mansilla de las Mulas.
Españoles, rusos, estadounidenses, colombianos, marroquíes, alemanes, venezolanos, holandeses y, por supuesto, bercianos que regresan a su tierra para hacer un excelente servicio a la sociedad a cambio de nada. Sorprende la variedad de nacionalidades que puede encontrarse en un grupo tan reducido. Veintiuna personas que ya tienen el tercer grado y se preparan para volver a la vida real, esa de la que se alejaron un día y a la que ahora regresan con nuevas expectativas, planes de futuro y un enfoque diferente. De hecho, todos ellos disfrutan de las cosas más pequeñas y dan importancia a aspectos en los que el resto ni se esfuerza en reparar. «Es espectacular, pero me llama especialmente la atención que existan contenedores de reciclaje en una zona de montaña», apuntó Federico Tomás, ante la mirada atónita de aquellos a los que esto le parece lo más normal.
Un paso muy importante
El de ayer es tan sólo el primer paso de un largo camino que el presidente del Consejo Comarcal, José Luis Ramón, está dispuesto a recorrer para desarrollar una iniciativa ambiciosa y que puede tener unos resultados muy positivos. La siguiente zancada se dirige hacia la firma de un convenio de colaboración. «Si las cosas salen bien, el siguiente paso será formalizarlo todo, de tal manera que plantearíamos la posibilidad de que la secretaria general de Instituciones Penitenciarias visitara Ponferrada para firmar un convenio de colaboración con el Consejo», aseguró.
No existe ningún peligro
«Decir que el hecho de que vengan internos aquí implica algún peligro o conflictividad es absurdo. Estamos hablando de personas que vienen voluntariamente a realizar un trabajo y que se merecen otra oportunidad». Con estas palabras, el funcionario de prisiones José Antonio Cartón quiso acallar las voces de alarma despertadas entre algunos vecinos y aseguró que en la fase en la que se encuentran, el delito cometido es algo secundario, porque ya han pagado su error y han cumplido la condena con un «comportamiento ejemplar». Ahora simplemente se están adaptando a la nueva libertad y para ello llevan a cabo este tipo de actividades dentro y fuera de la prisión. Por ejemplo, la gran mayoría participa en cursos de reciclaje en los que aprenden a montar ventanas o conocimientos de fontanería y carpintería.
Pero como no todo en la vida es trabajo, también hubo tiempo para el ocio y después de recoger las basuras del paraje, los reclusos disfrutaron de una comida en familia y una visita guiada por Las Médulas para conocer la historia de lo que acababan de limpiar.