LA GAVETA | CÉSAR GAVELA
Sin debate
HACE 30 años que el PSOE ganó la alcaldía de Ponferrada y 14 que la perdió. La costumbre de la victoria cuando Celso López Gavela era alcalde ha pasado a ser la costumbre de la derrota. Además, se da el caso, bien revelador, de que el voto socialista es mucho mayor en las elecciones legislativas que en las municipales. Naturalmente, eso significa que los dirigentes locales del PSOE no dan la talla; llevan tres lustros sin darla. De ahí que ni siquiera hayan sido capaces de decantar una biografía que produjera, no ya tanto la ilusión cuanto la mínima nitidez entre el electorado. Sencillamente esto: saber quién es esa persona.
Lo que uno retiene de estos años es confusión. Y la sombra alargada de un líder, Conrado. Recuerdo que fue diputado, y no sé si llevaba bien o mal con Celso López Gavela, la figura más relevante del socialismo berciano de todo el siglo XX. Creo que se llevaban regular, aunque acaso yerro.
Luego Celso se fue de la primera línea, y parece ser que Conrado siguió manejando hilos y listas. Hasta un día en que no, aunque no sé muy bien si ese no es sí. Pero lo que sí sé, sabiendo poco, es que hubo luego muchos otros líderes. Cucaña de ambiciones que revolotea caóticamente en la memoria. Que recuerda a un profesor de secundaria, y a un señor calvo y barbado; a otro de parecidas trazas. A un médico que dimitió pronto y a una mujer que emprendió una política de oposición muy dura, descalificándolo todo. Un método que termina por no ser creíble.
Aun así, lo que me preocupa más de los socialistas ponferradinos es su falta de alternativas. O su incapacidad para explicarlas. Porque, aparte de decir que No a todo lo que los adversarios políticos plantean, es importante proponer iniciativas. Y de eso, muy poco. El partido que más ideas va colocando por ahí, es una formación casi unipersonal, el microscópico PRB de Tarsicio. No hay día sin propuesta, quimérica o no. Incluso el PB, donde aún perdura alguno de los -œcuatro traidores- que expulsaron cruelmente a su fundador, ofrece alguna. El MASS tampoco se exprime mucho las meninges, o la desfallecida IU. Poco debate, me parece. Pero todo cambiaría si el PSOE encontrara a su candidato para 2011. Alguien que se acercara a la sociedad y saliera del No. Mientras el PSO no se parezca más a los ponferradinos, su derrota parece asegurada. Fruto amargo de la bandería y la mediocridad.