El grupo popular en la oposición se queja de que no se convoquen plenos ordinarios desde el 2008
El PP de Cacabelos pide la dimisión del alcalde y presenta el quinto contencioso
El portavoz Adolfo Canedo califica al regidor como «peligroso dictador antidemocrático»
A la izquierda el portavoz popular en Cacabelos, Adolfo Canedo, ayer junto a otro concejal de su gru
ponferrada
El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Cacabelos, Adolfo Canedo, no se anduvo ayer con medias tintas a la hora de calificar la gestión pública y el carácter del alcalde, el socialista José Manuel Sánchez. Cacique, despótico anticonstitucional, peligroso y pequeño dictador antidemocrático, trasnochado, rancio, fascista o señorito de cortijo fueron algunas de las palabras empleadas por el representante popular en la oposición, después de anunciar que interpondrán un nuevo contencioso administrativo en los juzgados de León por la actitud del mandatario municipal al no convocar plenos ordinarios.
Será el quinto contencioso que presente el PP contra la gestión del grupo socialista de Cacabelos. Y éste va dirigido directamente contra el alcalde «por vulnerar los derechos» de los concejales populares de este municipio. Canedo tras citar varios artículos del reglamento municipal dijo que se deben celebrar plenos ordinarios cada dos meses, coincidiendo si no lo fija antes el alcalde con los últimos jueves o viernes. Por eso, ante la postura de José Manuel Sánchez de no convocar estas sesiones plenarias, el PP le acusa de vulnerar el reglamento constitucional al menos en cinco ocasiones. El último pleno que debía haber convocado fue el 27 de marzo, y el último pleno ordinario celebrado se remonta al 28 de noviembre del 2008, según el concejal popular.
«El PP no está dispuesto a seguir soportando esta humillación y la falta de cultura democrática del alcalde», declaró Adolfo Canedo a los periodistas. Y acto seguido acusó al regidor de gobernar el Ayuntamiento de Cacabelos «como un cortijo, siendo él el señorito», con un estilo «trasnochado y rancio». Por eso le piden que dimita «por ser un peligroso dictador antidemocrático».
