SILLA BAJA | JOSÉ ÁLVAREZ DE PAZ
Las pensiones
SUPERAR EL MIEDO es una buena escuela de vida, aplicable a tiempos de cambios sociales prolongados y profundos, cuando todo entra en tela de juicio, incluido el sistema de pensiones. No es novedad, ha ocurrido de forma intermitente y con ello tienen que ver los más de ocho millones de fondos privados de pensiones en España, donde hay que recordar que tenemos un sistema público y universal alcanzado en tiempos de Felipe González y establecido entonces sobre un sólida base económica de futuro al incluir en los Presupuestos Generales del Estado la financiación de la sanidad, también pública y universal. Hay pocos países en el mundo, incluido EE.UU., que puedan decir lo mismo.
No entiendo bien el desasosiego que producen las palabras del Sr. Fernández Ordóñez, que vienen a decir que dentro de quince años, si algunas constantes no cambian, las pensiones no serán las que son, lo que quiere decir que ese crescendo de las prejubilaciones a los cincuenta años tendrá que acompasarse a las nuevas realidades y previsiones demográficas, aquí y en nuestro entorno europeo.
A raíz de la entrada en vigor de la nueva regulación de las pensiones de viudedad en casos de separación, divorcio y nulidad matrimonial, ley 40/2007, donde la pensión de viudedad queda supeditada a la existencia de una pensión compensatoria en el ámbito del derecho civil, a cargo del marido; algunos analistas advirtieron el peligro de que se castigara contra toda justicia a aquellas mujeres que por miedo a represalias del ex marido, renunciaran a la compensatoria. Ha sido el Supremo, en sentencia reciente, quien viene a conjurar ese peligro, anulando aquella limitación al enjuiciar un caso en que la mujer no la reclamó, precisamente por miedo razonable. Lo que demuestra una vez más que por suerte o porque nos lo hemos ganado, vivimos en un Estado de Derecho, con mecanismos suficientes para reconvertir agravios y desviaciones.
No parece que el problema de hoy sea la salud de nuestro sistema de pensiones, a pesar de la crisis. La mayor parte de nuestros miedos son alucinaciones negativas, fobias de antes de amanecer que dispersa la luz del día, cuando nada se parece a lo que parecía ser. Más preocupante es que la Comisión Europea, como acaba de denunciar el Grupo Socialista del Parlamento Europeo, prepara un propuesta de Directiva sobre gestores de inversión, para que los mismos tiburones que desataron la actual crisis, sigan haciendo de las suyas con los fondos de alto riesgo.