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| Crónica | Un día de radio |

Micrófonos de barro, bercianos de acero y bercianas de oro

Luis del Olmo llenó el auditorio de Caja España con la emisión de «Protagonistas»

Publicado por
C. Fidalgo
León

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Actualizado:

ponferrada

El barro, el acero y el oro se mezclaron ayer durante la emisión en directo del veterano espacio Protagonistas , que conduce el berciano Luis del Olmo en Punto Radio. El programa, emitido desde un auditorio de Caja España lleno, giró en torno a los actos de PonfeRadio y la entrega de los Micrófonos de Oro. Y el propio Del Olmo se encargó de recordarlo en su sección «Carta sin respuesta», convertida en una declaración de intenciones. «Para que un micrófono llegue a ser de oro, antes tiene que ser de barro; para que alguien reciba algún reconocimiento solemne en este oficio, antes ha tenido que ponerse el traje de faena muchas horas y bajar a las galerías y a la realidad, a los subterráneos donde acampa la vida, o ascender a las cumbres donde otros conquistan la gloria», aseguró el locutor, convencido de que quienes hoy recogerán un premio en Ponferrada son «aquellos que han convertido el barrio de su esfuerzo y la lealtad de su talento en un micrófono de oro».

El programa, que el locutor ha traído a su tierra en varias ocasiones, arrancó madrugador a las siete de la mañana y hasta el mediodía fue desgranando sus secciones habituales. El tono más serio quedó para la intervención del director general de Caja España, José Ignacio Lagartos, que mostró su confianza en la fortaleza del sistema financiero español en tiempos de crisis. Lagartos reconoció que los bancos son ahora más prudentes concediendo créditos. Y dejó entrever que en ocasiones la economía es peor que la pescadilla que se muerde la cola porque el paro y la falta de confianza en la solvencia de los proyectos que les presentan los emprendedores, admitió, son algunas razones que explican las dudas de las entidades bancarias a la hora de prestar dinero.

No faltó el humor de «El Jardín de los bonsáis». Y el programa terminó con un fandango, otra vez convertido en una declaración de amor. «Lo digo y lo corroboro/ con el corazón sincero/ el Bierzo es más que un tesoro/ los bercianos son de acero/ y las bercianas de oro».