Diario de León

| Reportaje | Fuera de tiempo y con mal tiempo |

La feria de abril revuelve Bembibre

En mayo y con lluvia, pero la fiesta andaluza que este fin de semana celebró la capital del Bierzo Alto se zanjó con una participación altísima y la previsión de volver a celebrarse

Rocío de Córdoba fue la encargada de impartir la clase de sevillanas, gran atracción de esta primera

Rocío de Córdoba fue la encargada de impartir la clase de sevillanas, gran atracción de esta primera

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León

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corresponsal | bembibre

No era abril ni tampoco Sevilla, pero el agua caída durante el fin de semana no fue capaz de apagar las ganas de fiesta de los bembibrenses, que celebraron su primera feria andaluza, una feria de abril fuera de tiempo y con mal tiempo que consiguió implicar a una veintena de locales y la participación del Patronato Municipal de Fiestas.

El resultado de esta primera experiencia, según pusieron de manifiesto los miembros del sector hostelero, garantiza la continuidad en nuevas ediciones de una fiesta que llenó de animación y color las plazas y bares a pesar de que los participantes necesitaron recogerse de vez en cuando para dejar que la lluvia enfriara el ambiente caldeado por tacones y volantes con lunares. Con dos zonas de actuación diferenciadas, plaza Mayor y plaza de Santa Bárbara, la Casa de Andalucía en el Bierzo y la academia de baile Rocío de Córdoba de Ponferrada, fueron los grupos encargados de ambientar las calles.

Como si de una tradición se tratara, a la decoración de los locales y el vestuario de los trabajadores hosteleros se sumó numeroso público que se echó a la calle con el típico «traje de faralaes». Peinetas, claveles, moños y abanicos se lucieron por las calles de Bembibre y animaron los improvisados tablaos flamencos de los bares.

Una primera exhibición de baile en la plaza mayor durante la tarde del sábado provocó que algunas personas del público se marcasen unos pasos con la maestra, Rocío de Córdoba. Paso previo a las clases de sevillanas con las que se buscaba animar aún más la fiesta. También las voces de los componentes del coro de la Casa de Andalucía aportaron su montaña de arena con recitales dentro y fuera, con o sin lluvia.

Ni era abril ni era Sevilla, pero las ganas de participar, la ambientación, la música, los rebujitos, el finito, el pescaito frito y otros pinchos con auténtico sabor andaluz consiguieron, a pesar de la lluvia intermitente, dejar tan buen sabor de boca que garantiza la continuidad de la fiesta andaluza en posteriores ediciones.

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