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Dos profetas para el botillo
La consejera de Agricultura, Silvia Clemente, y el periodista Óscar Campillo reciben en la ermita mozárabe de Peñalba la capa que los convierte en cofrades del embutido berciano
Silvia Clemente y Óscar Campillo recibieron las capas de cofrades en la ermita de Peñalba
ponferrada
Cuando el botillo se convierte en religión, el hábito es una capa y un sombrero negro, la cruz, un medallón, y la liturgia sigue el rito de la cocción, la ingesta y la digestión. Bajo las sombras de la ermita de Peñalba, rompiendo el silencio de San Genadio, a la consejera de Agricultura de la Junta de Castilla y León, Silvia Clemente, le dijeron ayer que sus votos como nueva cofrade del Botillo la obligarán a comer 60 embutidos al año. «¿Sesenta?», preguntó. Y la consejera, nombrada cofrade junto al director de Televisión de Castilla y León, Óscar Campillo en una ceremonia celebrada en la iglesia mozárabe de Peñalba, notó por primera vez el peso de la capa y del sombrero que acababan de imponerle.
Sesenta botillos puede ser una exageración y seguramente, nadie en la Cofradía del Botillo le reclamará a Clemente que llegue al extremo de ver sobre su mesa un embutido berciano uno de cada tres días del próximo invierno, que es cuando la carne tiene mejor sabor. Bastará con que lleve el nombre del embutido berciano allí donde se encuentre. Y así se lo prometió al presidente de la Cofradía, que no es otro que el presidente del Consejo del Bierzo, el socialista José Luis Ramón.
La política quedó ayer a un lado -”junto a Ramón y Clemente, asistieron a la ceremonia como cofrades el alcalde popular de Carracedelo, Raúl Varcace, acompañando al presidente del Consejo Regulador del Botillo, Óscar Ramos, y el que fue presidente del Consejo del Vino, Carlos Méndez Laredo-” y la consejera y el periodista recibieron los atributos de la Cofradía «en nombre de San Genadio» y en un lugar, Peñalba, que como dijo el presidente de los cofrades «es lo más cerca del cielo que se puede estar manteniendo los pies en el suelo».
Luego a la consejera le preguntaron por cosas serias y adelantó que la Junta promocionará los productos con sello de calidad del Bierzo en Bruselas el próximo otoño y que está dispuesta a ayudar a los consejos reguladores a tener su propia sede siempre que se responsabilicen de localizar el terreno. Por lo demás, Oscar Campillo, atrevido, dijo que él sí iba a intentar comerse los 72 botillos reservados para los cofrades masculinos.