Crisis hasta cuándo

HASTA CUÁNDO vamos a permanecer impasibles viendo cómo se destruye nuestro tejido industrial, cómo se hunde la actividad económica de nuestra comarca, y como consecuencia de ello, sigue aumentando el paro de manera desproporcionada. Porqué mientras ésto sucede tenemos que seguir asistiendo a enfrentamientos dialécticos entre las organizaciones políticas, que se limitan a defender o atacar las pocas medidas que se anuncian en función del color político de la administración que las propone.

Hasta qué nivel de destrucción, de nuestro tejido productivo, hemos de llegar para revindicar desde la unidad inversiones y medidas estructurales que nos permitan combatir esta crisis, antes de que acabemos de manera casi definitiva con el pequeño comercio, sustentado por el esfuerzo de los trabajadores autónomos y pymes a los que asfixian la banca por un lado y los impagados por otro.

Hasta cuándo los bercianos y bercianas hemos de esperar a que se constituya un órgano con presencia de aquellas fuerzas políticas y sociales que puedan influir más allá de nuestra Comarca para que se desbloqueen las inversiones pendientes en la misma. Sabemos de la dificultad del empeño, pero será responsabilidad de todos sí esta situación de crisis sigue avanzando, y nos quedará la sensación de no haber hecho un frente común con el que contraponer nuestras exigencias a las de aquellos que ya han conseguido ponerse de acuerdo para que se evalúen y financien sus propuestas.

Que buen momento este para exigir el inmediato cumplimiento de las eternas promesas sobre infraestructuras tan necesarias en este momento para la creación de puestos de trabajo y poder reflotar nuestra economía y nuestros sectores productivos, alguno de ellos de relevante importancia como el caso de la pizarra. En tanto estas situaciones de desarrollo de tejido industrial no se consolidan, sería importante que se valorase lo que de negativo tiene la autorización para aplicar medidas de destrucción de empleo como consentir a la multinacional LM Composites que recorte su plantilla en la factoría de Ponferrada, cuando puede observarse en su balance como su endeudamiento viene producido en gran parte por una operación de ingeniería financiera por la que la empresa titular de la factoría berciana compra las empresas filiales del grupo endosándole todas las perdidas de las mismas; y para cuya compra la empresa matriz concede un préstamo con un draconiano tipo de interés del 8%; lo que nos hace preguntarnos si el que autorizó este expediente lo hizo desde la seguridad de que al tratarse de Ponferrada, tan lejos a veces de los centros de poder político, no supondría un excesivo coste.

Y ésto lo decimos desde la organización sindical mayoritaria en la empresa y con las mismas razones de coherencia que hicieron que con anterioridad aceptásemos un expediente de regulación de empleo y la implantación del trabajo en ciclo cerrado incluyendo fines de semana, en la seguridad de que estábamos haciendo un esfuerzo por la consolidación de la factoría en el Bierzo y el empleo en la misma. No hará falta recordar una vez más que esta empresa recibió aproximadamente seis mil millones de las antiguas pesetas de los fondos Miner.

Pero como cualquier situación por mala que sea siempre es susceptible de empeorar y sobre todo cuando no se toman medidas para corregirlas, nos encontramos que un enclave fundamental para la creación de empleo durante los próximos años como eran los nuevos grupos de ciclo combinado de 400 MW de la central térmica de Compostilla II.

Asistimos impasibles a la paralización de las inversiones en los mismos y lo grave de está situación es que está empresa, cuyas decisiones correspondían al ámbito de lo nacional, hoy depende de decisiones que han de tomarse por un gobierno extranjero en el que por un cúmulo de despropósitos ha caído la propiedad de Endesa.

Mención aparte pero dentro de la misma gravedad que lo anterior, seria el desistimiento en la construcción del grupo térmico de lecho fluido en el que deberían aplicarse las nuevas tecnologías sobre las que investiga la CIUDEN y que tan importantes son para el futuro de nuestro carbón

Y si esta política de paralización en las inversiones no fuera suficiente, desde aquí ya alertamos que de no cambiar la situación a corto plazo, las empresas eléctricas anunciarán que dejarán de comprar carbón para sus térmicas, dado el elevado número de toneladas que ya se apilan en sus parques de carbones provocado por la importante, bajada de la demanda y el alto precio al que en estos momentos se oferta el Kw térmico al mercado.

Lo que nos llevará, de no tomar medidas paliativas de esta situación a movilizaciones en nuestra minería, pese a tener firmado un Plan para la misma que debería dejarla al margen de estas situaciones. Estas son algunas reflexiones que queremos poner sobre la mesa para abrir un debate en común que ayude a recuperar el tiempo que ya estamos perdiendo. De quienes tienen la posibilidad de tomar decisiones o de influir en los ámbitos políticos donde se toman, esperamos se recojan estas reflexiones que estamos dispuestos a comentar con todos aquellos que quieran escucharlas, la vez que a aportar nuestras propuestas para la creación de empleo que es el más importante patrimonio de los trabajadores y trabajadoras.