La concesionaria del matadero echa el cierre tras diez años de actividad
La empresa y los empleados de las instalaciones de La Martina, víctimas de la crisis y la desidia institucional, negocian un acuerdo para la extinción de contratos
Esta vez no ha habido ni arreglo posible ni marcha atrás, como hace casi un año. El matadero municipal de Ponferrada ha cerrado definitivamente su puertas. Las instalaciones de La Martina permanecen clausuradas desde el pasado lunes tal y como la concesionaria del matadero, la empresa Rogelio Ramos S.L., había adelantado a mediados del pasado mes de mayo.
La sociedad concesionaria y los diez trabajadores de la plantilla han empezado a negociar un acuerdo para conseguir que los empleados se vayan a sus casas de la manera menos traumática posible. Y eso atañe fundamentalmente a los términos económicos del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ya se ha planteado a Trabajo.
La empresa encargada del matadero de Ponferrada, Rogelio Ramos, con una larga tradición y prestigio en el sector cárnico, comenzó a trabajar en La Martina hace ya algo más de diez años. Pero la crisis que azota a todos los ámbitos de la economía, a lo que se añade cierta dejadez institucional para apostar por un servicio de auténtica calidad, han apurado su definitivo cierre.
La mayoría de los operarios del matadero deambulaban aún ayer martes, sin nada que hacer, por un complejo que el Ayuntamiento se ha visto incapaz de adecuar totalmente para el sacrificio de animales en toda su extensión.
Destino Astorga. Desde el lunes, varias decenas de carniceros y entradores habituales de ganado se están trasladando ya a los mataderos de Villablino y de Astorga para realizar las matanzas.
Desde que en mayo del año pasado el matadero cerrará eventualmente para realizar obras de adaptación a la normativa europea, el desplome de clientes ha resultado imposible de remontar pese a los esfuerzos de la concesionaria.
Al margen de la situación socieconómica de las familias directamente afectadas por el cierre, lo peor de todo desde el punto de vista público es que pese a las buenas palabras tanto del Ayuntamiento, como del Consejo del Bierzo como de la Junta de Castilla y León para crear un moderno matadero de ámbito comarcal, no parece que vaya a resultar algo muy factible a corto y medio plazo.