Gelín Sandoval
Silla Baja | j. á. de paz
Por segunda vez me recordaron en secretaría que había llamado uno de León que deseaba verme. El tiempo transcurrido entre ambos avisos lo valoro como un tiempo perdido, pues la amistad con Gelín es un lujo sin el cual la vida ya no sería igual.
Valga como disculpa que entonces necesité todo el tiempo disponible para aterrizar en la maquinaria, desconocida para mí, de un gobierno civil como el de Pontevedra, la boa Vila cuyo icono más preciado es el berciano P. Sarmiento
Sandoval ejerce allí de embajador del leonesismo en su mejor versión; la suya es una tertulia plural donde remansan las esencias del Viejo Reino, otrora compartido. Desde su trabajo en la Diputación durante décadas es recordado como protector de los pobres y forjador de amistades bien soldadas, muchas de ellas en el reducido espacio de la Bubela. Nunca un territorio tan mínimo pudo estirar tanto.
Con la pesca como disculpa, allí la gastronomía y la cultura leonesas tienen su cátedra, pues lo mismo se debate sobre los imperiales de la Bañeza, los embutidos de Geras de Gordón o los muchos novios que tuvo doña Urraca por estos lares transfronterizos.
Un día, dormitando al calor de la tostada junto a César en la séptima de Couselo, las aguas crecientes rizadas por el aliento de la Lanzada, pensaba yo en lo que puede llegar a significar una gamela, cuando comprendí que aquella cuna era más que una barca, ensoñada más o menos así : La Bubela es ave viajera/que anida en Bora/ Ave y nave ligera, madrugadora/novia de las marinas aguas delgadas/sueña con las doradas/ y las lubinas/Rival del pargo y la chaparela, /dorna que vuela/ rincón caliente de la dormida/cuna mecida por los alisios y el soplo norte,/pequeño fuerte,/ Isla soñada/ en la duermevela de la tostada. / Pinta de la Ría,/ Niña Bubela,/ Gelín te guía / Pequeña Carabela Santa María-¦
Había más ripios rimas pero ya no me acuerdo porque me dormí profundamente hasta llegar al embarcadero de la Toja.
Ahora mismo la Bubela repone fuerzas junto a las aguas azules de la piscina de Ponte Bora Les deseo una pronta recuperación, a ella y a su capitán.