Ponferrada recuerda a las víctimas de la violencia mediante un acto emotivo

«El hombre saca lo peor de sí mismo cuando impone por la fuerza su poder hasta el punto de arrebatarle a un semejante el bien más preciado del que todos disfrutamos, la vida. La violencia es el miedo a los ideales de los demás». Este es un fragmento del discurso que el alcalde de Ponferrada, Carlos López Riesco, leyó ayer minutos antes de inaugurar una reproducción de la Victoria alada de Samotracia, una nueva estatua en color bronce que preside ya el Mirador del Sil y que es, por encima de todo, un monumento por la libertad y por el respeto a la vida.

En medio de la emoción contenida y al son de una pieza musical tocada por una violonchelista, la Victoria de Samotracia descubrió sus alas convirtiéndose en el símbolo de todos aquellos que han sido asesinados en un acto de cobardía. «De los que murieron en guerras fraticidas que dividieron regiones, países y continentes; de los que fueron víctimas de la represión y la venganza de los vencedores, de las víctimas de la prepotencia machista, de los que sufren la barbarie terrorista», de todo ellos, la Victoria es memoria.

El alcalde de Ponferrada y todos sus ediles, el subdelegado del Gobierno, Francisco Álvarez; la presidenta de la Diputación, Isabel Carrasco; el presidente de Consejo Comarcal, José Luis Ramón; el vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Santiago Macías; el presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Juan Antonio García Casquero; y decenas de personas, víctimas de uno u otro modo de la violencia. Todo ellos estuvieron presentes en la inauguración, dejando de lado sus diferencias y apostando por un objetivo conjunto, erradicar de raíz todo aquello que impide a las personas expresarse libremente y conforme a sus ideales por miedo a la muerte.