La crisis reduce de cinco a dos los corros de chapas autorizados
Los aficionados al juego de las monedas de cobre tienen una cita a medianoche de hoy en el corro de Ponferrada Park
El popular juego de las «chapas» inicia hoy lunes en Ponferrada a las doce de la noche (24:00 horas) su tradicional corro en el «Ponferrada Park», en la calle Padre Santalla, 4, tras la autorización concedida al efecto por la Junta de Castilla y León. La crisis parece haber afectado también a este popular juego pues en otras ocasiones, como es en la Semana Santa solían ser cinco los corros que se autorizaban en la capital del Bierzo.
El juego de las chapas está regulado por la Junta de Castilla y León solamente para los días de fiestas locales y la Semana Santa, estableciendo una serie de requisitos como pueda ser el que sean locales cerrados, que cuenten con todas las autorizaciones administrativas pertinentes y a determinada distancia de centros escolares. También es necesario definir de forma clara las personas que se responsabilizan del correcto desarrollo del mismo.
El juego de las chapas era una tradición exclusiva de la Semana Santa que hay quien relaciona su origen con la «supuesta apuesta» que hicieron los romanos de la Tónica Sagrada de Jesucristo. Aunque con el tiempo se popularizó también a las fiestas locales en las que leyendas populares hablan de partidas legendarias en las que se apostaban grandes sumas de dinero e incluso a la mujer o la hija, aunque hoy esta prohibida cualquier apuesta que no sea en metálico.
El desarrollo del juego de las chapas se celebra en «corros» que es como se llama a la zona rectangular dónde se juega, en cuyo centro se colocan el «tirador» y el «baratero» que es la persona que dirige el juego y cuadra la apuesta del tirador y el resto de apostantes que depositan su apuesta en el suelo.
Monedas de cobre de Alfonso XIII. Para el desarrollo de este juego es necesario disponer de monedas de cobre de Alfonso XIII, las popularmente conocidas como «perras gordas», que deben tener las cruces pintadas para ser visible el resultado del azar. El tirador debe colocar cruz sobre cruz y tirar al aire de la forma más horizontal posible. Si las dos salen caras gana lo apostado el tirador al resto de apostantes y además la posibilidad de continuar tirando a su voluntad por lo que se dobla su apuesta, es decir el tirador actúa como si fuera la banca de los casinos. Por el contrario si salen dos cruces ganan el resto de apostantes y el tirador pierde todo y deberá ceder su turno a otro tirador. Caso de salir cara y cruz, el tirador deberá seguir tirando hasta que salgan o dos caras o dos cruces.
En la práctica también se producen apuestas por fuera del corro entre los apostantes.