Un camionero lituano se pierde en la N-VI y queda atrapado en Ransinde
El conductor del trailer dañó al menos dos casas de la aldea de Vega de Valcarce al intentar dar marcha atrás y se enfrentó con los vecinos que intentaban calmarle
El trailer, ayer por la mañana metido en la cuneta, llegó la noche del martes al pueblo y sólo podrá
Los vecinos de Ransinde ya están casi acostumbrados a recibir la visita intempestiva de camioneros desorientados que abandonan la A-6 y la vieja Nacional VI y se ven atrapados en el embudo de esta pequeña aldea de Vega de Valcarce donde no pueden maniobrar para retornar a la autovía. Pero la noche del martes, muchos vecinos temieron que un conductor lituano de un trailer de grandes dimensiones echara medio pueblo abajo. El camionero, como otros muchos, se topó hacia las diez de las noche con las primeras casas del pueblo y se dio cuenta entonces de su grave error.
Visiblemente nervioso intentó dar marcha atrás, pero en la maniobra golpeó al menos dos viviendas con el consiguiente estruendo y alarma entre el vecindario. A partir de ese instante, con los lugareños preocupados por la integridad de otras construcciones y entre un pandemonium ininteligible de imprecaciones en lituano y en el gallego que se habla en esa franja del Bierzo Oeste, se desató la tensión.
La presidenta de la Junta Vecinal alertó a la alcaldesa de Vega de Valcarce, María Luisa Santín, y ésta a su vez a la Guardia Civil de Tráfico. Entre unos y otros lograron disuadir al lituano para que no lo intentará más hasta la llegada de refuerzos humanos y materiales ayer miércoles.
Los vecinos de Ransinde están hartos. Desde que se inauguró la autovía A-6 y la antigua N-VI se convirtió en vía de servicio, muchos transportistas se extravían en una rotonda de acceso en la zona de Ruitelán y aparecen en el pueblo sin posibilidad prácticamente de retorno si no es con ayuda de grúas o del músculo de los propios vecinos.
La alcaldesa de Vega de Valcarce, Luisa Santín, tras lo acaecido la noche del martes y ayer miércoles en el pueblo anunció que volverá a recurrir al Ministerio de Fomento para que instale en la rotonda una señalización especialmente visible por la noches para que no se sigan produciendo estos extravíos.
«Estamos hartos», confiesa un vecino de Ransinde. «De cada diez veces que ocurre ésto sólo llamamos una a la Guardia Civil, pero ya pasa de castaño oscuro. Y menos mal que el camión del lituano venía sin carga, que sino nos echa medio pueblo abajo». «Se meten en el área de servicio de Valcarce y tiran palante hasta que llegan aquí y no tienen salida. En los últimos años yo calculo que ha habido ya cincuenta casos», explica esperando que alguna administración tome ya cartas en el asunto.