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La vendimia y la cosecha de fruta dejan sin emplear a 120 parados nacionales

Los agricultores bercianos siguen confiando en temporeros extranjeros por su mayor experiencia

Una carretera de la zona berciana de Somoza.

Ponferrada

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El campo berciano no puede absorber a toda la mano de obra que aspira a ganarse un jornal en la vendimia o en la recogida de la fruta. Hasta 120 aspirantes a temporeros de nacionalidad española, según datos del sindicato Asaja, se quedarán este año sin trabajar en la comarca porque los agricultores bercianos ya tienen cubiertas sus necesidades de mano de obra -”unos doscientos puestos cada año-” con trabajadores extranjeros que acumulan cinco o seis años de experiencia en la recogida de la uva y la fruta.

La crisis en sectores como la construcción o la necesidad de ganarse un sobresueldo trabajando unos días en el campo ha hecho que parados o y trabajadores de nacionalidad española se fijen este año en tareas que hasta el pasado año sólo atraían a la mano de obra extranjera. Búlgaros y rumanos, sobre todo, están firmando el 90 por ciento de los contratos para trabajar en la vendimia o en la recogida de la pera conferencia. Y al contrario de lo que sucede en otros lugares del país, los propietarios que los emplean están valorando su experiencia antes que su nacionalidad. «Son gente que llevan varios años en la recogida y los agricultores confían en ellos», explicaba ayer el delegado de Asaja en el Bierzo, Roberto Canedo. «Yo mismo he vuelto a dar trabajo este año a seis búlgaros y ya llevo cuatro años con ellos», añadió Canedo, que tiene cinco hectáreas de pera confederación y siete de viñedo.

La bolsa de trabajo Asaja se nutre así con más de un centenar de bercianos, leoneses o pucelanos sin experiencia como temporeros que son remitidos al sindicato por organizaciones como la Cruz Roja, Cáritas, los sindicatos generalistas o la Coag. Canedo lamentó en declaraciones a este periódico que el campo berciano no puede emplearles a todos y espera que la fidelidad de los agricultores a una mano de obra habitual no genere críticas xenófobas.