León manda, León gana

Mal síntoma para quienes abominan de la dirección provincial socialista y sus «correas» de transmisión en la comarca. Cuando el senador, alcalde de Camponaraya y referencia orgánica del PSOE en el Bierzo, Antonio Canedo, decide romper directamente su silencio y tachar al equipo que capitanea Francisco Fernández como «el peor que ha conocido», es que la carrera entre las dos grandes corrientes comarcales del partido la va ganando León y sus nuevos «barones».

Aunque la carrera no ha terminado -ni mucho menos- y el pulso tiene pinta de prolongarse más allá de batallas que pueden contemplarse como decisivas. Es el caso de la del nombramiento del nuevo secretario comarcal del PSOE que precisamente debe relevar al ignífugo Canedo.

Como adelantó este periódico el pasado día 2, el candidato de la dirección provincial es el alcalde de Vega de Espinareda, Santiago Rodríguez. Aunque un día después el regidor de Vega declarara públicamente que nadie se había puesto en contacto con él para proponerle el puesto.

Tal vez Rodríguez ignoraba o prefería ignorar que prácticamente a la misma hora que él lo negaba, el secretario de Organización del partido, Ibán García Del Blanco, se reunía con el presidente del Consejo del Bierzo, José Luis Ramón, para «aconsejarle» que se apartara de cualquier tipo de competencia con el aspirante oficialista.

Ramón, diplomático como siempre, vino a calmar a Del Blanco. Pero veinticuatro horas después se entrevistó informalmente con el secretario regional del PSOE en Valladolid, Óscar López, para recordarle una vieja «promesa».

El líder de los socialistas en la comunidad le había garantizado al presidente del Consejo que él sería la principal opción para dirigir orgánicamente al partido en el Bierzo. Como a la mayoría de los consejeros comarcales del partido y a numerosísimos cargos públicos locales, a López la figura de José Luis Ramón le parecía la más adecuada para encarnar una nueva imagen del PSOE, moderna y pragmática. Alejada sobre todo de la que se ha transmitido a la ciudadanía en Ponferrada.

Puede que a Óscar López le siga pareciendo así, pero no existe el menor indicio de que se vaya a «mojar» en una nueva controversia con la dirección del partido en León para hacer valer el «viejo» compromiso adquirido verbalmente con Ramón.

Rodríguez, seguro. En esta coyuntura y a falta de unas semanas para la designación final del secretario comarcal nada hace prever una derrota de la opción oficialista. Y eso que son muchos los consejeros comarcales y cargos públicos del partido en el Bierzo que van poniendo verdes a los principales «peones» de la dirección provincial. Sotto voce cargan contra la vicesecretaria del partido y alcaldesa de Cabañas Raras, Belén Fernández, o contra el alcalde de Cacabelos, José Manuel Sánchez, y contra su gran mentor, el senador José Giménez.

Los críticos, al margen de que parece altamente improbable que José Luis Ramón dé el paso de presentarse como alternativa, se temen que en la renovación de la ejecutiva comarcal se impondrá el voto ponderado para evitar cualquier contratiempo en la elección de Santiago Rodríguez.

La dirección provincial ha logrado sin duda, poco a poco, ir colocando a sus peones en las posiciones claves para evitar el asalto de los «barones» tradicional del partido en el Bierzo y de todos los que avalan sus tesis tanto en público como en privado. En Ponferrada, que de primar el voto ponderado resultaría determinante para cualquier asunto, Francisco Fernández ha delegado en Aníbal Merayo, un hombre de su confianza procedente de Caja España que ha cerrado filas con el cuestionadísimo grupo de concejales.

La sintonía total entre Del Blanco y Belén Fernández también se ha convertido en una sociedad capital para ganar adeptos y desactivar al amplio grupo de disonantes al que se coloca sin embargo bajo la imagen unívoca de Antonio Canedo. A Del Blanco le faltó tiempo en vísperas de las fiestas de la Encina, cuando advirtió a José Luis Ramón de que se apartara del camino, para salir en defensa de la vicepresidenta del Consejo y alcaldesa de Cabañas, que en una votación de la comisión de gobierno de la institución comarcal se desmarcó de todo el grupo socialista para abstenerse en el plan de pequeñas obras.

Entre la bicefalia y el avispero. Aunque parece cada vez más claro que la dirección provincial ha tomado ya la delantera a la batalla del PSOE berciano nada garantiza, sin embargo, un armisticio eterno en el Consejo del Bierzo. Las tensiones internas en el partido, de no aliviarse de pronto, podrían trasladarse más o menos temprano a una institución que se juega en los próximos meses su futuro con la reforma de la Ley de la Comarca por parte de la Junta de Castilla y León.

Abundan los observadores que no auguran nada bueno de la «bicefalia» que supondrá tener al frente del Consejo del Bierzo a un defenestrado y «desautorizado» José Luis Ramón con su vicepresidenta, Belén Fernández, y el consejero de Medio Ambiente y alcalde de Vega, Santiago Rodríguez, entre otros, como guardianes de la ortodoxia y tuteladores de su gestión de gobierno.

Ahora la misión de la oficialidad será transmitir bien a la «tropa» que los estatutos que se aprobarán para la organización socialista en el Bierzo no acabarán con buena parte de su tradicional autonomía y por consiguiente poder orgánico. Todo lo contrario que sostienen casi los mismos que ven en Ramón una promesa política y no el pasado. La suerte, en cualquier caso, no parece aún echada.