Eugenio de Arriba
El resplandor Fermín lópez costero
Apunto está el Ayuntamiento de Villafranca de perder dos cuadros del pintor Eugenio de Arriba que forman parte de su patrimonio. Según una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, contra la que no cabe recurso, ambas obras ya deberían haber sido subastadas para satisfacer una deuda (de 31.000 euros) que el consistorio tiene pendiente con una imprenta berciana. El contencioso no es de ahora, viene de tiempo atrás; pero en vez de invertir estas líneas en él, me parece mucho más útil dedicárselas al propio Eugenio de Arriba, uno de los pintores leoneses más interesantes y uno de los más desconocidos. Quizás su temprano fallecimiento, cuando sólo tenía cuarenta y tres años, haya contribuido a restarle fama, al contrario que sucede con otros artistas que, rápidamente, son vestidos con los fascinantes ropajes de la leyenda. Algo parecido sucede también con la figura y la obra de Ángel Ruiz, homenajeado este verano en San Cristóbal de Valdueza.
De Arriba, cuya obra puede admirarse en museos de Europa y de América, había sido compañero, allá por los años cincuenta del siglo pasado, de Lucio Muñoz, Antonio López, Xavier Pousa o el ponferradino Nicolás Solana en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando (Madrid). Luego se trasladaría a París, donde, además de pintar y exponer, colabora con el cantautor Paco Ibáñez. En 1967 se establece en Madrid, donde abre una pequeña galería en el barrio de Salamanca; pero, en 1971, tras separarse de su primera esposa, Chloé Preiss Wolson, regresa a Francia y, en la Costa Azul, conoce a la pintora Eliane Guillaume, que se convertirá en su nueva compañera. Posteriormente, regresa al Bierzo y fija su residencia en Villafranca. Durante esta etapa realiza numerosos paisajes y retratos, como el de un insólito Antonio Pereira desbarbado. Al mismo tiempo, también se suceden las exposiciones en casi todo el norte español y en el extranjero. En 2007, al cumplirse los treinta años de su muerte, Santiago Castelao, preservador de la cultura berciana, organizó, en colaboración con el IEB, una exposición sobre su obra en el Campus de Ponferrada.