El Instituto del Carbón garantiza más ayudas para el polígono de Bembibre
El director de Energía y Minas destacó el potencial industrial de la zona y el alcalde recordó que todavía hay cuatro millones reconocidos para una fase más
La delegación visitó Torre del Bierzo, Igüeña y Bembibre durante la mañana de ayer.
Los polígonos industriales de Bembibre e Igüeña se presentaron ayer como ejemplos de la inversión del Plan del Carbón en una visita institucional que servirá para impulsar el desarrollo de actuaciones pendientes. El director general de Energía y Minas, Ricardo González Mantero, aseguró que el viaje ha servido para «visitar obras ya terminadas pero con visión de futuro».
La delegación institucional, que se completó con el subdelegado del Gobierno, Francisco Álvarez, el delegado de la Junta, Eduardo Fernández, el presidente de Armi, Miguel Ángel González y varios representantes sindicales, coincidió en señalar la importancia del polígono del Bierzo Alto, en Bembibre, donde se dio por finalizada la sexta fase en la que se han invertido dos millones de euros. Ahora el terreno industrial se sitúa por encima de los 660.000 metros cuadrados. El resultado son 267 parcelas, 109 empresas y 600 empleos. «Es todo un ejemplo de desarrollo industrial del que nos sentimos orgullosos, además de ser el único polígono que tiene más adelantada la demanda de parcelas que la creación de las mismas», apuntó Mantero.
La posición privilegiada de esta zona industrial sumó también el apoyo del Instituto del Carbón. Su jefe de servicio, Manuel Gómez, confirmó «el impulso a las actuaciones pendientes». Por su parte, el alcalde, Jesús Esteban, recordó que en ese impulso se incluyen los 4,2 millones ya reconocidos para una nueva fase del polígono que afectaría a la margen izquierda de la autovía, y «como soñar es lícito, podríamos tener continuidad con la modificación del término municipal tras la cesión de terrenos de Castropodame», auguró.
Además de los polígonos, la delegación también visitó Torre del Bierzo para conocer el resultado de las obras que han hecho desaparecer la «balsa de Virgilio», convirtiendo unas escombreras en una zona de ocio.