Diario de León

Casi 200 vecinos piden a Confederación que soterre el canal en Cuatrovientos

El alcalde de Ponferrada se sumó a la manifestación porque la solución «es absolutamente indispensable» y porque reclaman «lo que tiene que ser»

Los manifestantes recorrieron la avenida del Canal Bajo a marcha rápida y muy silenciosos.

Los manifestantes recorrieron la avenida del Canal Bajo a marcha rápida y muy silenciosos.

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a. calvo | ponferrada
Ponferrada

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«Los socavones nos rompen los tacones» o «Esto es urbano así viene en el plano», fueron algunas de las pancartas enarboladas ayer en la manifestación de Cuatrovientos para exigir el soterramiento del Canal Bajo. Poco más de 200 personas acudieron a la convocatoria que reclamaba «una solución», para poder integrar la estructura hídrica.

«No podemos seguir esperando otros 30 años», indicó uno de los vecinos de Cuatrovientos. Durante su recorrido por la avenida del Canal, los manifestantes iniciaron una marcha rápida y silenciosa, a la que por goteo se iban sumando otros vecinos. «Que tapen el canal... a mí ni se me pasa por la mente. Para eso habrá que esperar cien años, pero es necesaria una solución urgente», comentó apesadumbrado un manifestante.

El alcalde de Ponferrada, Carlos López Riesco, tras reunirse con los representantes de la asociación Matagal, se sumó a la convocatoria de protesta argumentando que la solución al canal «es absolutamente indispensable» y que respaldaba la reclamación de los vecinos «porque es así como debe de ser, porque ésta es una reivindicación histórica». Junto al regidor, los concejales Luis Antonio Moreno y Severino Alonso, el presidente del PRB, Tarsicio Carballo, y representantes también del Partido del Bierzo.

«Es necesario que se pongan las dos partes de acuerdo», le reclamó un vecino a Riesco, que respondió secamente: «En eso estamos». La respuesta del manifestante fue más bélica: «Pues si no hay acuerdo, dejaremos de pagar la contribución».

La marcha siguió el camino marcado, por la margen izquierda del Canal Bajo, en la que Confederación Hidrográfica del Miño-Sil está colocando las biondas como una medida de seguridad «provisional» para los vehículos. «A quien corresponda, esto es una vergüenza, da asco, ¿que están esperando a que se vuelva a caer alguien más?», clamó un vecino, ante otro que apuntaba que los organismos se pasaban la pelota de un tejado a otro.

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