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Las filtraciones impiden usar dos pasos bajo las vías que costaron medio millón

El Ayuntamiento reclama al Adif que se haga cargo del funcionamiento de sendas bombas para achicar el agua, que supondrían un coste mensual de 2.500 euros

El paso subterráneo de Villadepalos, el pasado viernes.

Ponferrada

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Casi medio millón de euros de inversión convertidos en papel mojado. Un año después de la construcción de los dos pasos inferiores sobre las vías del tren en las localidades de Villadepalos y Posada del Bierzo, en el municipio de Carracedelo, los vecinos siguen sin poder cruzar bajo la línea ferroviaria porque los dos accesos están inundados.

Construidos en una zona donde se producen filtraciones de manantiales, los pasos están impracticables en la actualidad y al día de hoy nadie ha podido usarlos, según ha advertido la teniente de alcalde, Amparo Vidal. «No se hicieron en los lugares más idóneos, porque en época de riegos y de lluvia están impracticables», se lamentó Vidal, que reclamó al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) que se haga cargo de los 2.500 euros mensuales que costaría el funcionamiento de sendas bombas para extraer el agua de los pasos inferiores.

Vidal entiende que los gastos de las bombas, calculados por el Adif a petición municipal, deberían ser responsabilidad de la administración central porque sin ellas, la infraestructura no estaría concluida, y no ser considerados en ningún caso como costes de mantenimiento a cargo del Ayuntamiento. «Estamos dispuestos a asumir unos costes de matenimiento como podría ser la luz de una bombilla para iluminar los pasos, pero las bombas deberían ser considerados costes de funcionamiento», aseguró la edil.

El Ayuntamiento de Carracedelo reclamó ante Renfe en un primer momento, y ante el Adif después, la supresión de los dos pasos sobre las vías en Villadepalos y Posada por considerarlos muy peligrosos para los habitantes de las dos localidades. La inversión de 470.000 euros parecía haber solucionado el problema de no ser porque los vecinos, contó Vidal, ya habían advertido de que se inundarían.

Los hechos han demostrado que tenían razón y los dos pasos, sin estrenar, ofrece una imagen de abandono, con agua putrefacta impidiendo el acceso. El Adif también ha colocado vallas de seguridad para evitar que los vecinos crucen las vías, de forma que la línea ferroviaria se ha convertido en un barrera para las dos poblaciones.