Un fuego de origen incierto calcina el retablo mayor de la iglesia de Campo
Las primeras pesquisas apuntaban a un cortocircuito en el belén, pero la policía científica lo ha descartado y sospechan de un fallo en la megafonía o una lámpara
Dos bomberos apagan los últimos rescoldos del fuego.
La impotencia y la desolación se apoderaron ayer de los feligreses de la pedanía de Campo, en Ponferrada, tras ver como ardía el interior de su iglesia y comprobar, posteriormente, que se habían calcinado tanto el retablo mayor como la imagen que lo presidía, la de la Virgen de la Encina, una Morenica que se disputa con la de la capital berciana la progenitura y que resultó gravemente afectada por un fuego que, por el momento, es de origen incierto.
Las primeras pesquisas de los bomberos apuntaron a un cortocircuito en el sistema de iluminación del belén como causa más probable, máxime cuando debajo se apilaban unas cajas repletas de cirios. Pero durante toda la tarde, un equipo de la policía científica trabajó para aclarar el suceso. Las conclusiones alcanzadas desestiman que el nacimiento haya sido el foco del fuego y apuntan a un fallo en la megafonía o en una lámpara.
La rápida intervención del servicio de extinción de incendios resultó crucial para evitar males mayores. Fue un vecino quien vio salir humo negro del interior del templo. Tras avisar al servicio de emergencias del 112, los bomberos aparecieron de inmediato, aunque no fueron los primeros, varios vecinos del pueblo ya había acudido tras la llamada de auxilio.
A su llegada a la iglesia de Santa María de Campo -”así es como se conoce de manera oficial-”, los bomberos tuvieron que utilizar una cámara de visión térmica para alcanzar a ver el foco del incendio, dado que el humo había invadido todo el edificio. Rompieron cristales de las ventanas para que el humo saliera del interior y centraron sus mangueras en el retablo mayor, invadido ya por el fuego. La parte interior del mismo ha quedado destrozada y la imagen de la Virgen presenta también importantes daños, pero el párroco de la iglesia asegura que ninguno de ellos es irreversible y solicita la ayuda necesaria.
Apenas han pasado dos años desde la restauración de los retablos del templo de Campo. Reforma que supuso una gran inversión y cuyos resultados han quedado ahora bajo la ceniza. Algo que, al igual que los vecinos, lamentó el alcalde, Carlos López Riesco, que acudió al lugar poco después de originarse el incendio. «En momentos como este es importante recordar que la colocación de velas o bombillas dentro de la iglesia se haga con las suficientes garantías para que no ocurran estas cosas», apuntó el primer edil.
Falta de efectivos. Tan sólo cuatro miembros del cuerpo de extinción de incendios participaron en las labores. Los cuatro que estaban trabajando para toda la comarca. Situaciones como la de ayer remarcan la importancia de incrementar el número de efectivos y así lo destacaron los bomberos.